El alcalde de Mariupol (sudeste de Ucrania), Vadim Boichenko, ha dicho en un mensaje en la red social Telegram que los entierros en fosas comunes en zanjas poco profundas a lo largo de toda la ciudad y los problemas con los sistemas de alcantarillado pueden provocar una crisis de salud y sanitaria.
Según el regidor, las lluvias de verano amenazan con contaminar las fuentes de agua subterráneas. “Además de la catástrofe humanitaria creada por los ocupantes y colaboradores [rusos], la ciudad está al borde de un brote de enfermedades infecciosas”, ha alarmado en la aplicación de mensajería Telegram.
Las palabras de Boichenko llegan después de que su Ayuntamiento haya denunciado que Rusia está deportando a su territorio a los residentes de Mariupol evacuados, después de que las tropas del Kremlin tomaran el viernes por completo la acería Azovstal, donde se escondía el último bastión de la resistencia ucrania en la ciudad. “Solo después de subir se le dice a la gente que el autobús se dirige al pueblo de Bezimenne, distrito de Novoazovsk, y luego a Rusia”, dijo Petró Andriushenko, asesor del alcalde. “Los militares rusos y los voluntarios impiden cualquier intento de abandonar un asiento y rechazar la evacuación”, añadió.