Hay experiencias que cambian la vida de una persona para siempre. Descubrir que tienes cáncer de seno puede ser una noticia devastadora, pero también puede ser el inicio de un proceso de transformación.
En el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, compartimos la historia de una valiente mujer sanantoñera que cuenta a #ConexionLosSalias cómo enfrentó la enfermedad y sus lecciones de vida.
Lo último que Milmar Jugador pensó era que tendría cáncer de seno. En 2013 se palpó una extraña bolita en su seno izquierdo, no le dio mayor importancia en un principio.
«Imaginé que como yo me tropiezo con todo me había dado un golpe, pero al transcurrir los meses comencé a notar que esa pelotita crecía y crecía», recuerda.
Su alarma interior se encendió cuando al tocarla comenzó a sentir que le pinchaba, «era como si fuera un erizo, como si tuviera puyas, fue cuando le comenté a una vecina que es médico e inmediatamente me examinó».
«La doctora me remitió rápido a un oncólogo en Caracas, específicamente en San Bernardino, quien ordenó hacerme exámenes que revelaron lo que tanto temía, era cáncer», recordó.
Pero Jugador, madre de dos jóvenes y actual jefe de despacho en la Alcaldia de Los Salias, es de armas tomar y no perdió el tiempo. «Me sometieron a una mastectomía radical – cirujano extirpó la piel sobre la mama, todos los ganglios linfáticos axilares y los músculos pectorales – y comenzó el proceso de radioterapia y quimioterapia».
Admite que lo más fuerte del proceso fue perder el cabello; «yo tenía una melena muy larga, siempre fui pretenciosa con el pelo y el ver como se me caía me impactó muchísimo».
Otro momento que marcó el proceso fue al ver que no tenía el seno, «fue un gran choque, gracias a Dios conté con el apoyo principal de mi familia, mi esposo, mis hijos, mis hermanos, mis compañeros de trabajo, todos fueron muy solidarios conmigo».
Para aquellas mujeres con cáncer de mama en estadio temprano, la mastectomía es una buena opción de tratamiento.
Agradece a Dios y especialmente a su doctor, «fue una pieza muy importante porque en los momentos que peor me sentía, cuando pensaba que no podía continuar, él siempre me animaba a seguir adelante, siempre estaba dispuesto».
Jugador no tiene conocimiento de algún antecedente de cáncer en su familia, «hasta ahora considero que soy la primera en mi familia que le detectan esta enfermedad».
«Cuando uno está en momentos tan difíciles, lo más importante es mantener la confianza en Dios porque se vive una incertidumbre diaria, yo tengo muchas ansias de vivir y eso me ha ayudado mucho», sentencia.
Pero no es la primera vez que Jugador supera un inconveniente de salud que la pone al borde de la muerte. Cuando tenía 11 años pasó 12 meses hospitalizada tras ser arrollada por un vehículo.
«Regresaba a mi casa de la escuela cuando un carro saltó la acera y me impactó, pasó sus pesadas ruedas sobre mis piernas, fracturando ambos fémur», recuerda.
Le tocó aprender a caminar de nuevo, «creo que ese episodio de mi vida y el diagnóstico de cáncer en 2013 han sido dos de los episodios más difíciles, pero ambos los superé porque quiero vivir, porque tengo una familia que siempre está conmigo», sentencia.
Sin embargo, esta caraqueña de nacimiento y sanantoñera de corazón, no se queja. Esta experiencia le cambió la vida, dice, pero sobre todo le enseñó a apreciar y valorar más lo que tiene.
“Lo más importante es saber que nunca estamos solas, que tenemos un esposo que nos apoyan en todos los ámbitos”, declara. “Pelear el cáncer es un trabajo de equipo”.
Destaca la importancia de hacerse la mamografía anualmente y tocarse con frecuencia los senos. «Yo nunca me había hecho una mamografía antes hasta el día que me detectaron el cáncer».
En la actualidad Jugador continúa un riguroso tratamiento que incluye medicamentos diarios y una consulta anual con su médico. Desde su lugar de trabajo, el despacho del alcalde José Fernández «Josy», a quien agradece el apoyo brindado durante la dura batalla, alienta a cuanta mujer conoce para que se haga el chequeo y pueda descartar o detectar a tiempo la enfermedad.
Daniel Murolo #ConexionLosSalias Fotos: Luis Sajaro