Para María Alejandra Ghandour Boutros, el éxito del emprendimiento familiar que encabeza – @ashtasan – ha sido respetar desde su nacimiento la tradición en la cual fueron formados e innovar cada día para ofrecer a sus clientes lo mejor en sabor, textura y presentación en cuanto a gastronomía libanesa.
El sabor que los caracteriza lo han heredado al menos cinco generaciones, “este emprendimiento surge de mi mamá, somos libaneses, ella aprendió a cocinar gracias a su bisabuela por lo que nuestras recetas han pasado de generaciones en generación”, explica Ghandour.
Creció ayudando a su madre a cocinar, desarrollando así una pasión por los fogones que coronó al graduarse de chef, lo que ha permitido aportar a la marca un toque gourmet. Narra que con la llegada de la pandemia les tocó reinventarse y asumir el delivery con mucha seriedad, labor que ejecutan personalmente.
“La gente adora la comida de mi casa, yo modifiqué algunas recetas porque soy chef y quise poner un toque para innovar”, reseña entre risas, recuerda que desde que era muy pequeña siempre que se hacían reuniones en su hogar los invitados se iban encantados y enamorados de la comida que servían.
Aunque su madre decidió dejar en sus manos la preparación “dice que soy la heredera”, siempre supervisa que se utilicen los ingredientes adecuados para así garantizar que se mantenga la calidad y sabor que los caracteriza.
“Mi madre vigila que se mantenga la línea que mi bisabuela instauró, nosotros trabajamos con ingredientes 100 % originales, no los disfrazamos ni mezclamos con nada, uno de esos es el cardamomo, que nunca puede faltar y que es difícil de conseguir porque es todo un proceso que lo envíen del Líbano”, explica.
-Así como frutos secos, son costosos pero para nosotros lo importante es la calidad y que la gente que decida probar nuestro menú diga: esto es comida libanesa auténtica, con la sazón original.
Asegura que en la actualidad los clientes suelen pedir el menú de degustación, “trae varios platos en varias cantidades para que puedas comer de todo un poco, la gente trata de pedir todo en pequeñas cantidades para poder hacer una comilona en familia”.
Paralelamente, Ghandour lleva un emprendimiento de repostería denominado “Pecado Caracas”, con lo que ofrece tanto la parte dulce como salada para fiestas de 15 años, mesa de postres para matrimonios y cualquier actividad que requiera de excelente gastronomía.
Sueña con, una vez finalice la pandemia, poder abrir restaurantes tanto en Altos Mirandinos como Caracas, “yo confió mucho en mi país, siempre mantendremos la línea de delivery para poder atender a nuestros clientes en Los Salias ( @ashtasan ) como en Caracas ( @ashtaCcs ).
A quienes sueñan con emprender, pide romper el miedo “lo cual se logra en el momento que decides quedarte aquí y trabajar por el país, si decides hacer futuro aquí no puede existir el miedo de ningún tipo; para las amas de casa que cocinan rico, deben mirar hacia adelante y no voltear nunca y si lo hacen, que sea solo para la foto”, puntualiza entre risas.
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