De acuerdo con información del gobernador Rubén Rocha Moya, retomada por los periodistas Azucena Uresti y Ciro Gómez Leyva, el saldo preliminar de las agresiones del 5 de enero fue de 12 enfrentamientos y al menos 27 heridos, entre los cuales hay policías, militares y civiles (presuntos miembros del Cártel de Sinaloa).
Asimismo, se reportó la muerte de seis agentes de las instituciones castrenses.
Por un lado, el coronel Juan José Moreno Orzúa y sus cuatro escoltas fueron asesinados en una emboscada en Escuinapa. Por el otro, el gobernador mencionó que un elemento de la Guardia Nacional perdió la vida en Culiacán, aunque no brindó más detalles.
En este mismo sentido, 250 vehículos fueron robados durante la jornada de violencia, muchos de los cuales fueron incendiados y utilizados para bloquear puntos de acceso a diferentes ciudades del estado.
También fueron sustraídas dos ambulancias por presuntos sicarios con el objetivo de atender a los heridos del cártel. Finalmente, se refirió que cuatro paramédicos habrían sido privados de su libertad y, posteriormente los dejaron ir sin que se informaran afectaciones a su salud.