Nos vamos a contar contra quienes nos han dividido; nos vamos a multiplicar contra quienes nos han restado. Sin embargo, la geometría histórica se vuelve enmarañada con la crisis de los candidatos, quienes –sin valorar la experiencia o el apoyo popular, sin reconocimiento y mamando– aparecen uno tras otro a dificultar la ecuación. No terminan de entender que en esta hora hace falta gente que quiera ser útil y no famosa.
“¡El candidato soy yo!”, dice el Cazador Novato en un tema bastante jocoso y sincero, con argot venezolano. Y es que cuando las ganas se juntan en una elección siempre queda un perdedor. A esta hora muchos aspirantes se presentan a la contienda, y el que respira aspira, concuerdan la vieja y la nueva escuela, que cogió a detalle lo malo y no siempre para mejorarlo. El cementerio de la política está lleno de desesperados, pero en política no hay muertos, por ello hay que retroceder en la historia. Era la tarde de un día nublado en Los Teques hace 20 años, yo tenía apenas 11 y no entendía nada. Un tal comandante de bandidos era el portaaviones de minicomandantes frustrados y cargados de odio. ¡Epa! “Político que tenga odios no merece gobernar”.
Continuemos. Esa tarde gris se apoderó de nuestra tierra una gente hipócrita y odiosa que trajo consigo lo vil, lo injusto, lo inhumano y un falso socialismo. Salmerón llego como un terrateniente, seguido de Alirio (a quien nunca vimos); luego Garcés y Wisely precedieron al guiso, y entre los cuatro han demostrado con maestría lo que no se debe hacer a la hora de gobernar. Por ahí viene uno con nombre de árabe; su epíteto de fascista antecede a la introducción, ya que surge de la imposición de un partido al que no se le consultó. He allí el meollo del asunto: cuando por fin podemos ganar es cuando hace falta más unidad.
Los Teques era bonita. ¡Qué lejanos días aquellos! Ya que recordamos la historia, es histórica la responsabilidad de cambiar la realidad bajo cualquier método que defina el pueblo. ¡20 años bastan! Definitivamente hace falta gente que haga historia. Hoy Los Teques está en 3 y 2… ¿Cómo es eso? Pues simple: la crisis del candidaturismo se apodera de la oposición, las agallas se estremecen, la sangre hierve, las espuelas se afilan, el pecho se alza, y los egos y fantasmas aparecen en gente buena que si se uniera le echaría una vaina al enemigo que es el PSUV. La unidad no se lleva en los labios, se demuestra en la práctica política, y en estas horas oscuras puede alzarse un rayo de luz si asumimos con compromiso el amor que sentimos por nuestro pueblo.
La unidad no le pertenece a tal o cual grupo, la unidad le pertenece al pueblo. Nadie es dueño de la unidad; quien se crea su amo y señor es el más sectario del equipo. Le llamo equipo porque al final del espectáculo los grupos se unen, y mientras menos heridas existan más rápido sanaremos y más rápido gobernaremos. “¡El candidato soy yo!”, se sigue escuchando mientras el pueblo clama a gritos por unidad.
Guaicaipuro nos une, duélale a quien le duela, y la unidad se impone ante la adversidad… ¡Eso sí! Voto, pero también protesto y me arrecho, porque todas las luchas son una solita.
Fabricio Briceño Sec. General Bandera Roja Guaicaipuro
Julio, 2021