La intoxicación registrada en Yaracuy durante las fiestas de Fin de Año ha puesto en la palestra pública la proliferación de licores artesanales que no tienen control sanitario y que están poniendo en peligro a la ciudadanía.
Rudy Orellana, representante de la Cámara de Licoreros del estado Lara, explica que hay una serie de problemas que deben ser atacados para prevenir intoxicaciones. Destaca que gran parte se debe a la falta conocimientos de las personas al momento de comprar alcohol.
«Muchos se dejan llevar por los precios y compran las bebidas sin conocer su verdadera procedencia. También pasa con la comida y los medicamentos», explica.
En tal sentido, pide a los vendedores comprar sus productos directamente a los fabricantes autorizados para evitar que tengan dudosa procedencia.
Asimismo, sostiene que el Estado debería cumplir al 100% las diferentes fiscalizaciones que deberían poner fin al dilema.
«Hay maneras de identificar este tipo de bebidas, tal y como sucede con los zapatos que son de imitación. La diferencia está en que uno deforma el pie y el otro te mata», comenta.
Incluso, algunas productoras de licores han advertido que la demanda de sus bebidas ha superado el nivel de oferta que tienen.
La doctora, Deyanira Gentile, explicó que para preparar las «bebidas espirituosas» es necesario utilizar alcohol etílico; sin embargo, muchos productores utilizan el alcohol isopropílico y el metílico, los cuales deben ser usados única y exclusivamente para labores de limpieza ya que tiene niveles altamente tóxicos que atentan directamente contra la salud de quien los ingiere.
«Es verdad que el alcohol etílico causa daños, pero no de la magnitud de estos otros. Se producen daños en el hígado que conllevan a una insuficiencia hepática y a una cirrosis metabólica que conduce a la muerte».