Impactado por las restricciones que impiden a sus seguidores acompañar al equipo en sus partidos fuera de casa, el Chelsea pidió el martes que los cuartos de final de la FA Cup en Middlesbrough (segunda división), se juegue a puerta cerrada. La petición provocó la ira del club de Yorkshire, pero también de sus propios seguidores, lo que llevó a la entidad a retirarla poco después.
«Después de discusiones constructivas entre la FA (Federación Inglesa) y el Chelsea, el club aceptó retirar su demanda», escribió la federación en su cuenta Twitter.
«La FA sigue en discusiones con el Chelsea, la Premier League y el gobierno para encontrar una solución que permita a la vez que los aficionados del Chelsea puedan asistir a los partidos, así como a los hinchas visitantes ir a Stamford Bridge, permitiendo la aplicación de las sanciones», añadió el organismo.
El club londinense tenía derecho a 4.500 billetes en el Riverside Stadium, donde tendrá lugar el partido. Sin embargo, el club solo recibió entre 500 y 600 plazas. El equipo, además, está afectado por las restricciones ligadas a la congelación de los activos de su propietario ruso, Roman Abramovich, que le impiden vender nuevas entradas.
«Es importante para la competición que el partido contra Middlesbrough se celebre. Sin embargo, es con una reticencia extrema que pedimos a la Federación Inglesa de Fútbol ordenar que el partido se juegue a puerta cerrada, por la igualdad deportiva», anunció el Chelsea el martes a medio día.
Petición injusta
Un argumento que hizo saltar al Middlesbrough, cuya respuesta no se hizo esperar: «Todo el mundo sabe por qué el Chelsea fue sancionado. Eso no afecta en nada al Middlesbrough», escribió el club, que ya ha eliminado a Manchester United y Tottenham en las dos rondas previas.
«Sugerir que, por esa razón, deberían penalizar al Middlesbroug, no es solo totalmente injusto sino completamente carente de todo fundamento«, añadió el Boro.
«Dada la razón de origen de estas sanciones, que el Chelsea busque invocar la igualdad deportiva para justificar que el partido se juegue a puerta cerrada es irónico al más alto nivel», continuó el club. Asimismo, aseguró que se opondría «lo más activamente posible» a esta medida.
La iniciativa de los Blues ha molestado incluso a sus propios fans.
Aún «reclamando con fuerza» que el gobierno británico de marcha atrás sobre las prohibiciones, la Fundación de Aficionados del Chelsea (CST) pidió a su propio club que retire su petición.
«Jugar a puerta cerrada no beneficia a ningún aficionado. El CST pide al Chelsea retirar la petición de que el partido del Middlesbrough se juegue a puerta cerrada», explicó en su cuenta de Twitter.
