«Desesperante», así describe Angélica Rivas el «calvario» que le ha tocado vivir para poder sacarle la celuda a su hijo de 8 años en la sede del Saime de los Altos Mirandinos.
«Para sacarle la foto y tomarle los datos tuvimos que amanecer, bajo un palo de agua y con mucho frío, frente al centro comercial Súper Líder de Carrizal», detalla la joven madre.
Recuerda que tras tres horas de espera en el estacionamiento finalmente a las 8:00am les permitieron ingresa al centro comercial donde los ubicaron en un pasillo oscuro adyacente a las oficinas del Saime.
«Tras revisarnos los documentos y advertirnos que si, por ejemplo alguna madre estaba sacando el pasaporte no podía gestionar el documento de identidad de su hijo porque está bloqueada, finalmente comenzaron a atendernos», dijo.
De cuatro módulos sólo uno cuenta con una cámara fotográfica, por lo que el proceso es «excesivamente lento» y puede llegar a extenderse hasta por 6 horas.
«Vi gente desmayarse, porque venían de Charallave y eran las 1:30pm y no habían comido nada, es un vía crucis desesperante», agrega la mujer.
Y aunque le dijeron que el documento estaría listo en «máximo 15 días» ha pasado más de un mes, ha ido varias veces a la oficina a preguntar y la respuesta es siempre la misma: «no está listo y no tenemos idea cuánto mas tardará».
«Necesito la cédula para poder inscribir al chamo en el colegio. Antes, cuando la gente los quería, el gobierno las sacaba en las plazas y las entregaba en 5 min, pero ahora que los rechaza todo el mundo y no hay elecciones no les importa que la gente ande indocumentada», agregó.
La historia de Edgar Rivero es similar. Extravío su cédula hace 6 semanas y aunque «corrió al Saima» para tramitarla por miedo a estar indocumentado han pasado 5 semanas desde que le tomaron foto, actualizaron datos y verificaron sus huellas.
«Fui inicialmente a la sede ubicada frente al Gran Casino en Los Teques y me dijeron que no tenían material, que debía ir a Súper Líder», recuerda, lugar al que fue hace más de un mes y aunque madrugó y perdió un día de trabajo sigue en la «amarga espera» y sin poder viajar por no contar con el indispensable documento.
Daniel Murolo