Era domingo 29 de junio de 1919 por la tarde. El “médico de los pobres” había acudido a una farmacia de La Pastora, en la citadina caraqueña, para comprarle unas medicinas a uno de sus pacientes.
Por Alexander Medina / Fe y Alegría Radio
Cuando salía del establecimiento, eran las 2 de la tarde, un hecho fatídico lo pasaba “a la otra vida”. El conductor de un automóvil, de los casi 500 que había en Caracas y no solo el segundo como se cuenta en la creencia popular, lo arrollaba, sin querer, y Hernández caía al pavimento.
“El golpe fue seco. El cuerpo queda inmóvil bañado en un charco de sangre. Apenas se reconoce su rostro desfigurado. Su aspecto es lamentable. El impacto contra la acera le produce una fractura en la base del cráneo”. Así lo relata su familiar cercano Marcel Carvallo Ganteaume, en su libro José Gregorio Hernández, un hombre en busca de Dios.
La fractura en la base del cráneo causada por el impacto contra la acera al caer fue realmente la causa de la muerte de José Gregorio Hernández, de quien el Vaticano anunció el pasado viernes 19 su beatificación.
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