Aparecer en la coronación del rey Carlos III, sucesor de Isabel II, en la Abadía de Westminster y en una ceremonia formal de coronación realizada por primera vez en 70 años en el Reino Unido, luciendo las preciadas joyas que pertenecen a la Familia Real Británica, fue la manera como Kate Middleton, duquesa de Gales y esposa del príncipe William, rindió un homenaje a ‘Lady Di’, madre de su pareja.
Se trata de unos pendientes hechos con detalles en diamantes y perlas que hicieron parte del joyero personal de Diana de Gales, su suegra.
La princesa asistió a la ceremonia con los pendientes que entre otros datos se conocen como Herradura y Laurel, además de portar el Manto de la Real Orden Victoriana, una capa de seda azul con detalles en dorado, ribetes escarlata y bordada a mano con hilo de oro de la estrella de dama de Gran Cruz de la Real Orden Victoriana.
Aunque se podría pensar que muy pocos notaron el homenaje y la manera que encontró Kate para hacer presente a su suegra en medio de tan importante acontecimiento, en las redes, donde nada se escapa algunos cibernautas comentaron lo que significaba para ellos el hecho; incluso algunos agradecieron a la duquesa por el gesto.
“Ella es la representación educadamente “rebelde” de la realeza. Mira que ponerse los zarcillos de Diana envía un mensaje claro, ¡a ella siempre reconoceré y tendré como mi ejemplo!”, dice otro trino de un usuario en la red social Twitter.
Mientras que otros dudaron que se tratara de un homenaje real, poniendo sobre el debate que podrían tratarse de joyas de la Corona.
“Probablemente, sean joyas de la Corona, por muy bien que quede relacionarlas, ni esas joyas fueron de Diana ni fue la primera en llevarla. Además, Camila tendrá acceso a muchas otras joyas que habrá usado Diana en representación de la Corona”, dijo otro usuario.
Sin duda, lo que sí es totalmente cierto es que fue una ceremonia única, con la presencia de más de 2.000 invitados, entre los que se encuentran decenas de dignatarios internacionales, del pleno del Gobierno y la oposición británicos, además de artistas y personalidades de la cultura británica e internacional.
Carlos III y Camila salieron acompañados por miembros de la familia real. Pero no estuvo Enrique, hijo menor del rey de 38 años, que mantiene tensas relaciones con la monarquía y acudió a la ceremonia sin su esposa Meghan, quien permaneció en Estados Unidos con sus dos hijos.
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