Personal de enfermería del Hospital Victorino Santaella de la capital mirandina se sumó este miércoles a la jornada de protesta nacional convocada por el gremio para conmemorar el Día Internacional de la Enfermería, tomando el acceso principal del centro de salud.
Amarilis Jimenez, directiva del Colegio de Enfermería del estado Miranda, denunció que los trabajadores de salud no tienen nada que celebrar, pues “sobreviven” a la falta de insumos para atender los pacientes, así como equipos de bioseguridad y bajos sueldos.
“El hospital está en emergencia, las enfermeras están trabajando en condiciones paupérrimas, no contamos ni con los elementos básicos de bioseguridad, por lo que es necesario hacer estas protestas para que la comunidad vea nuestras condiciones”, reseñó.
Los manifestantes se concentraron, pasadas las 8:30 am en las inmediaciones de la avenida Bicentenario, pese a que un contingente de efectivos de la Policía del estado Miranda anti motín tomó la entrada del HVS.
Calificó como “paupérrimo” el aumento decretado por la administración de Maduro el pasado primero de mayo, “estamos ganando entre 3 a 4 dólares lo que evidentemente no cubre la canasta básica, violando lo que establece la Constitución, eso no nos alcanza ni para el transporte”, dijo.
Jimenez indicó que la cantidad de enfermeras que han renunciado o migrado es de cerca del 70 %, “el ausentismo laboral que hoy viven todos los hospitales de Miranda y Venezuela, esto es consecuencia de los pésimos sueldos que tenemos, un personal de enfermería con postgrado hasta con doctorado no llega a los 20 millones de Bs, la realidad que vivimos es que un cartón de huevo nos cuentas 12 millones”.
“Es muy difícil como madre y enfermera sobrevivir como enfermera con los tres dólares que ganamos, por lo que la mayoría busca otra entrada trabajando a domicilio o en clínicas privadas”, reseñó.
Advierten que el HVS, hospital centinela por la pandemia, no cuenta con insumos ni para atender a los pacientes hospitalizados con covid-19, por lo que se ven obligadas a pedirle a los familiares el tratamiento diario. Daniel Murolo