La economista y profesora universitaria, Sary Levy, expresó sobre el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que «ha sido un mecanismo para incrementar la tributación, es decir, es una respuesta a lo que se ha llamado la voracidad fiscal en estos momentos».
Por Banca y Negocios
En ese sentido, resaltó que «a la hora de la verdad, es la estabilidad, la fortaleza y la robustez de una moneda la que hace que una población quiera mantenerla y deseche la moneda débil, en este caso nuestro bolívar».
Manifestó, además, que ese impuesto «fue un freno a un inicio del calentamiento comercial que venía dándose en la economía venezolana en el año 2022″.
«Toda carga impositiva al final se carga como costo e impulsa la inflación y el IGTF tiene la característica de que no es cancelable entre transacciones entre compradores y vendedores. Por lo tanto, se acumula y efectivamente ha tenido un impacto elevado en la inflación», explicó.
«Descalabra el sistema tributario»
Por su parte, Leonardo Palacios, abogado especializado en tributos y presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Servicios de Caracas, apuntó que el IGTF en cualquiera de sus variantes y todas sus reformas «constituye una pieza que descalabra el sistema tributario democrático».
Agregó que en definitiva quien termina pagando la incidencia del impuesto «es el consumidor final» y enfatizó que este tributo debe ser derogado.
«Sabemos que existen necesidades en el aparato financiero del Estado para su financiamiento, pero es necesario emprender una reforma profunda del sistema tributario, bajo la base de armonización y coordinación, y una de las premisas sería la derogatoria de este impuesto», explicó a Hispano Post.