Venezuela es uno de los al menos siete países que tiene coltán (columbita-tantalio) en su territorio, aunque no hay información oficial de acceso público que permita determinar la magnitud real de estos recursos minerales ubicados al sur del río Orinoco, en el estado Bolívar.
Por Banca y Negocios
El coltán – que es un mineral compuesto por dos minerales (niobio y tantalio) – es un conductor eléctrico más potente que el cobre, soporta altas temperaturas, almacena energía (en forma de capacitores) y además es resistente a la corrosión en aleaciones.
Por eso se utilizan en la industria electrónica (el tantalio) y aeronáutica (el niobio) principalmente, y se cotiza a 400.000 dólares por tonelada en promedio.
Su alto valor y escasez en el mercado internacional hacen del coltán un mineral crítico que ha desatado guerras, contrabando y muerte en los países que lo extraen, como la República Democrática del Congo.
O más cerca: el corredor furtivo en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Coltán: el «oro azul»
En 2010 cuando el entonces presidente Hugo Chávez anunció en cadena nacional que Venezuela tenía reservas de coltán valoradas preliminarmente en 100.000 millones de dólares.
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