El Mundo de España: Zapatero hace lobby para que el Grupo de Puebla no exija la entrega de las actas de las elecciones de Venezuela

Redaccion El Tequeno

La desaparición de José Luis Rodríguez Zapatero del primer plano de la política caraqueña provocó la semana pasada sorpresa y hasta estupor. El ex jefe del Gobierno español ni siquiera se sumó al comunicado conjunto de los dos ex presidentes del Grupo de Puebla con quienes compartió observación en Caracas. Tampoco la televisión bolivariana hizo público ninguno de sus habituales y amistosos encuentros en el Palacio de Miraflores con Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

Por EL MUNDO DE ESPAÑA

Pero el dirigente socialista no ha dejado de trabajar. «Rodríguez Zapatero presiona a los expresidentes del Grupo de Puebla para que no digan que en Venezuela hubo fraude«, ha publicado en México el diario digital La Política Online, que recoge la tarea de lobby del ex mandatario español en México pese a que se trata del mayor fraude en la historia de América Latina.

«Ir más allá es hacer el juego a una oposición que tilda de violenta«, destaca el diario de la estrategia de Zapatero, pese a que la represión salvaje de uniformados y paramilitares ya se ha cobrado la vida de 23 personas y la persecución contra dirigentes, activistas, testigos de mesa y manifestantes pacífico ha provocado la detención de más de 2.000 personas, según cifras gubernamentales.

El desmarque de la semana pasada de Zapatero adelantó cuál es su postura en la crisis, la más extrema en la comunidad internacional y cercana a las otras dictaduras latinoamericanas y a Rusia, China e Irán. El español se negó a dar su espaldarazo a la ya de por sí muy tibia declaración del dominicano Leonel Fernández y del colombiano Ernesto Samper, quienes tras muchas idas y venidas en torno a la paz y casi pidiendo perdón recomendaron «que el Consejo Nacional Electoral (CNE), tal y como han sugerido el secretario general de la ONU y el Centro Carter, garantice la transparencia del proceso electoral publicando la totalidad de las actas de escrutinio, desagregadas por centros y mesas de votación».

Esta solicitud choca con la estrategia chavista. Desde el lunes, las supuestas actas oficiales están a buen recaudo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ha iniciado un proceso amañado tras aceptar el recurso de amparo presentado por Maduro. Por lo tanto son ya nueve días los transcurridos desde el hito electoral venezolano sin que el país ni el mundo conozcan los resultados mesa por mesa y centro por centro.

Gracias a un esfuerzo descomunal, el aporte de un ejército de testigos, la postura de algunos militares y la ayuda de funcionarios en la sala de totalización del CNE, la oposición subió el 82% de las actas a un portal de internet para que sean consultadas por todo el mundo. Distintos expertos y agencias de información han corroborado su exactitud.

Estos resultados de las actas reales confirman la paliza electoral que le proporcionó Edmundo González Urrutia (67% de apoyos) a Maduro (30%), algo que ya adelantaban las encuestas independientes y el entusiasmo de los votantes, que incluso llegaron a hacer cola el sábado por la noche, ocho horas antes de que abrieran los centros electorales.

Los resultados también han confirmado el fracaso estrepitoso del colaboracionista Antonio Ecarri, el candidato protegido por Zapatero para restar votos a la verdadera oposición. Desde su aterrizaje en Caracas en 2015, el ex jefe del Gobierno español ha pasado de presentarse como mediador a convertirse en el más estrecho aliado de la revolución bolivariana en Europa, además de lobbista del régimen. Gracias a su influencia en el Grupo de Puebla, este foro de dirigentes izquierdistas y populistas abrió sus puertas oficialmente, de par en par, a la revolución cubana y a la venezolana. Eso después de que desde su constitución convirtieran el blanqueamiento de ambas dictaduras en uno de sus principales objetivos.

El colombiano Ernesto Samper, de reconocida militancia revolucionaria y a sueldo de Caracas durante sus años al frente de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), acató las órdenes de Zapatero en las últimas horas. El ex mandatario calificó en sus redes sociales de «temeraria y autoritaria» la postura de Estados Unidos por desconocer los resultados oficiales, a la vez que descalificaba a González Urrutia.

En quien no puede influir el Grupo de Puebla es en el presidente progresista de Chile, Gabriel Boric, que ayer respondió directamente a la vicepresidenta chavista Delcy Rodríguez, quien previamente le acusó de ser un seguidor oculto del dictador Augusto Pinochet y de pagar tributo a EEUU. «El único culto a la sangrienta dictadura de Pinochet lo puede dar otra dictadura. Justo una que roba elecciones, tortura en el Helicoide y reprime la libre manifestación ante el fraude», disparó el mandatario chileno.

La mediación internacional, encabezada por Lula da Silva, se encuentra en stand-by, a la espera de la minicumbre anunciada entre el presidente brasileño, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Gustavo Petro. El ex mandatario colombiano Iván Duque hizo pública la sospecha de que su plan pasa por declarar nulas las elecciones y apoyar unos nuevos comicios en diciembre.

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