El profesor William Anseume, coordinador del municipio Guaicaipuro del partido Vente Venezuela, realizó un pequeño recuento de la situación constatada en el municipio Guaicaipuro durante este año 2019:
«Al llegar la triste navidad 2019, quebrada por las ausencias y las dolencias sociales de todo tipo, cabe bien recordar las permanentes desatenciones a las necesidades y las obligaciones que se tienen desde el poder para con los ciudadanos de nuestro municipio. Guaicaipuro está sumido en el descuido, el abandono y la maldad. Y en esto tienen responsabilidad absoluta quienes dirigen las políticas públicas, desde del poder central, gubernamental y regional».
Prosiguió el dirigente político: «El abandono del Estado se evidencia en el descuido de dos procesos fundamentales: la educación y el trabajo. Ese abandono ha orientado malamente a la población a vivir de dádivas permanentes, a realizar oficios contrarios a la ley, como la corrupción, el robo, los saqueos o la venta de narcoticos; a olvidar que el estudio fortalece el espíritu y el conocimiento es potencialmente liberador. Tenemos la obligación de revertir la tendencia a destruir los procesos fundamentales del Estado, como se ha fraguado desde el poder».
Por otra parte – continuó Anseume-, se han destruido los servicios públicos, afectando así la vida diaria de la ciudadanía guaicaipureña: ¿Cómo se puede vivir sin agua, sin luz, sin gas? ¿Como sobrellevar la vida con la parálisis hospitalaria y de los servicios todos de la salud? Transitar nuestras vías es un peligro o una imposibilidad, los derrumbes y fallas de borde abundan por doquier.
«La delincuencia se ha adueñado con poderosos apoyos del Estado Miranda y del Municipio Guaicaipuro. El abandono de la atención policial forma parte sustancial de un proyecto acabador. No existen mercados municipales, porque creen que la gente no debe adquirir lo que quiere sino que deben dárselo poco, malo y cada vez más distante en el tiempo. Y así, la cultura y la recreación en el piso. Mientras el ornato, cuando lo hay, lo concentran en alguna Plaza Bolívar. Creen que con fiestecitas, licor y con el arrojar miserias de comida ya la gente está bien. Están muy equivocados. La gente merece verdadera atención a sus problemas».
El profesor siguió su recuento: «El odio que esta gente deplorable le tiene desde el poder a la producción, al trabajo, al ingreso por el esfuerzo, se evidencia en la destrucción casi absoluta de las zonas industriales del municipio» .
-El abandono de industrias y comercios es notorio. Empresas que sobreviven acaso con el esfuerzo inconmensurable de sus propietarios, comúnmente atacados para desplazarlos. Así no crece en un país. Se estanca, se paraliza, justo lo que ahora ocurre, justo lo contrario de lo que necesitamos.
Cerró el profesor y dirigente político: «Este tenebroso panorama pudimos constatarlo en los propios sitios, durante nuestra gira, visitando las poblaciones de todas las parroquias, donde la gente clama por atención a sus problemas» .
-Así: en Los Teques, Cecilio Acosta, Paracotos, Tácata, Altagracia de La Montaña, San José o El Jarillo, la situación es la misma: abandono generalizado. Intento de hacer ver que con festejos que simulan alegría momentánea y una pinturita se está atendiendo profusa y profundamente el municipio. Engañar forma parte de la maldad.
«Pero la gente no se engaña, sabe bien que se requiere una transformación radical de la atención pública. En pro del ciudadano. Hacia allá tenemos la obligación de orientarnos, en procura de la felicidad que la gente desea y merece, en procura de volver al desarrollo del pais. En procura de salir del estancamiento deplorable, de la vergonzosa e inhumana miseria, del quiebre familiar y de la tristeza; con el esfuerzo de todos transformarnos para bien nuestro maravilloso país», puntualizó.
Redacción El Tequeño