Diplomáticos de una veintena de países tienen previsto participar en una cumbre que comenzará el martes en Bogotá para buscarle una salida a la crisis venezolana, pero entre los presentes no estará el dirigente opositor Juan Guaidó, a quien se le prohibió el acceso aún cuando cruzó la frontera para reunirse con los participantes.
En lo que fue calificado por la prensa colombiana como un desplante, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó que solo participarán las delegaciones diplomáticas invitadas al encuentro organizado para reanimar las suspendidas conversaciones de paz sostenidas en México entre la oposición y el régimen de Nicolás Maduro.
“El Canciller Álvaro Leyva Durán no ha invitado a este espacio al señor Juan Guaidó, por lo cual no se cuenta con su asistencia a la Conferencia”, anunció el ministerio en un comunicado. “Como se ha manifestado de manera pública y reiterada, la Conferencia es un espacio de encuentro con parte de la comunidad internacional”.
Guaidó fue reconocido como el legítimo presidente de Venezuela por Estados Unidos y medio centenar de naciones hasta enero de este año, cuando su denominada presidencia interina fue desmontada por sus rivales dentro de la oposición venezolana.
Su aparición en Colombia este fin de semana generó una serie de especulaciones sobre su futuro, especialmente después de que dijera hace algunas semanas que tenía información de que el régimen planificaba arrestarle. La reunión en Bogotá fue convocada por el presidente colombiano Gustavo Petro, quien se reunió la semana pasada con el presidente Joe Biden en Washington en la Casa Blanca para convencerle de que es posible organizar elecciones libres en Venezuela pero que para ello debía relajar las sanciones impuestas contra el régimen de Maduro.
Durante la reunión, Petro le planteó a Biden que su gobierno adopte una nueva estrategia de desmantelamiento gradual de las sanciones que debía ser aplicada en la medida en que el régimen comience a brindar garantías para la realización de elecciones libres.
No obstante, las señales brindadas hasta el momento por la Casa Blanca apuntan a que la administración Biden tendría que primero ver acciones más concretas por parte del régimen hacia el restablecimiento de la democracia en el país antes de pasar a levantar las sanciones, señalando que más bien podría incrementar la presión que ejerce sobre Caracas si no ve avances del lado venezolano.
No obstante, la Casa Blanca anunció que enviará a Jon Finer, Consejero Principal Adjunto de Seguridad Nacional, para que participe en el encuentro en el que también tienen previsto participar diplomáticos de alto nivel de Argentina, Brasil, Chile, México, Bolivia, Francia, España, Portugal, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Noruega, Canadá, Honduras, San Vicente y las Granadinas, Turquía, Sudáfrica y el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell.
Entre los representantes estadounidenses también estará el asesor del para Latinoamérica, Juan González, quien estuvo entre los funcionarios norteamericanos que se reunieron el año pasado con Maduro para tratar de reducir las tensiones entre Caracas y Washington.
Esos encuentros condujeron a la liberación de varios estadounidenses que se encontraban encarcelados en Venezuela y la entrega de licencias para que la estadounidense Chevron pudiese reanudar operaciones con mayor libertad en el país petrolero.
De la misma manera, Estados Unidos acordó liberar dos sobrinos de Maduro que cumplian sentencia de narcotráfico en Nueva York y sacó de la lista de sanciones a otro sobrino de la pareja presidencial. Como resultado de esos esfuerzos diplomáticos, el régimen de Maduro también anunció que volvería a la mesa de negociaciones en México, pero luego se retiró el proceso exigiendo que Washington le terminara de eliminar todas las sanciones que había aplicado en su contra.
