En horas de la tarde el Inpec confirmó la muerte de Orlando Pelayo, el hombre que estaba cumpliendo una condena en la cárcel Tramacúa, de Valledupar, por secuestrar y asesinar a su propio bebé de 11 meses, Luis Santiago.
Frente a la noticia, la familia del menor se vio conmocionada, especialmente la madre, que dio una declaración exclusiva para EL TIEMPO.
“La verdad me deja sin palabras porque es un sentimiento de frustración, de rabia y tristeza, porque se fue con la verdad en la boca, o sea, él nunca quiso decir la verdad”, comentó horas después de la confirmación del fallecimiento de Pelayo.
“Que Dios lo juzgue. Yo lo único que puedo decir, es que lo siento por la familia porque pues igual familia es familia y por más malo que haya sido el tipo, es un dolor para la familia“, puntualizó.
Cabe recordar que Pelayo se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos, del hospital Rosario Pumarejo López, desde el pasado 10 abril por problemas de salud.
No obstante, anterior a esto, el hombre estaba recluido en el pabellón de alta seguridad de la cárcel, el cual también es compartido con presos como Rafael Uribe Noguera, Luis Alfredo Garavito y Javier Velasco, el asesino de Rosa Elvira Cely, todos ellos condenados por delitos sexuales y homicidio.
¿Quién era Luis Santiago, el niño que asesinó Orlando Pelayo?
La muerte del pequeño Luis Santiago Pelayo consternó al país en el 2008. El menor de 11 meses fue reportado como desaparecido en el municipio de Chía, Cundinamarca, en septiembre de ese mismo año. Ivonne Lozano y Orlando Pelayo iniciaron una búsqueda exhaustiva del bebé.
En la noche del 25 de septiembre de 2008, unos hombres encapuchados ingresaron a la vivienda de Ivonne Lozano, la agredieron y sacaron a su bebé: “Dejaron totalmente bloqueadas las salidas, pero logré abrir una especie de puerta falsa que daba salida a un callejón de la entrada de la finca. Empecé a emitir sonidos aún con la boca amordazada, buscando ayuda. Desesperada, solo pensaba: en manos de qué monstruos cayó mi hijo”, narró para EL TIEMPO.
Desde que se informó el secuestro de este menor la Policía intensificó la búsqueda en los lugares cercanos al municipio de Chía y en todo el departamento de Cundinamarca.
Luego de pedir frente a los medios que regresaran a su bebé, Orlando Pelayo fue delatado por los mismos delincuentes que ingresaron a la vivienda y golpearon a Ivonne. En ese momento el caso dio un giro inesperado.
Una vez secuestraron el bebé, el padre del menor junto con sus cómplices recorrieron una vía hasta el cerro, el niño murió en el carro asfixiado con una bolsa. Días después el cadáver del bebé apareció abandonado en una zona boscosa a dos horas de Bogotá.
Esa misma noche, Orlando Pelayo, el propio papá de Luis Santiago, fue capturado por ser sospechoso de la desaparición. Días después el cuerpo de Luis Santiago fue encontrado.
“A mi hijo lo encontraron en un cerro de Chía, envuelto en una bolsa blanca. Vestía su ropa verde y le faltaba una media, el par había quedado colgado en un arbusto de la finca cuando los secuestradores huyeron”, describió la mamá en su momento.
“A Orlando Pelayo lo condenaron a 60 años de prisión. Sus cómplices, Orlando Ovalle y Marta Garzón, fueron sentenciados a 27 años por el secuestro agravado de mi hijo. “La pena no me devuelve al niño, pero me garantiza que nadie va a atacar a Ángel y otros menores no sufrirán a ese monstruo”, destacó Ivonne Lozano tan pronto conoció la condena.