Nicolás Maduro y Henrique Capriles se enzarzado este martes en Twitter. El presidente de Venezuela ha llamado al opositor “fantasma” y lo ha acusado de promover “la guerra económica”. Capriles ha respondido afirmando que su Gobierno es “el peor de la historia”, y lo ha acusado de “querer sepultar la democracia”. “Reconoce que fracasaste y seguirás fracasando”, le dice.
Por ALFONSO MOLEIRO – EL PAÍS DE ESPAÑA
“No hay forma que recuperes la economía ni el bienestar de la familia venezolana”, rematando al final que el Gobierno chavista que Maduro preside se ha robado en Petróleos de Venezuela “23 mil millones de dólares que no aparecen, y que eran del pueblo venezolano”.
La disputa entre ellos empezó cuando Capriles comentó una noticia de un medio que citaba al gremio de las aduanas para asegurar que las importaciones en el puerto de La Guaira habían caído un 70 por ciento. El opositor acusó a Maduro de asfixiar a los importadores. El presidente le acusó de mentir en su programa de televisión, Con Maduro +, donde aseguró que el número de contenedores recibidos se incrementaron en el primer semestre un 23% respecto al año pasado.
En los últimos días, muy especialmente en actos militares alusivos al Día de la Independencia, el pasado 5 de julio, el país ha visto de nuevo a un Nicolás Maduro más nervioso con declaraciones acusadoras, aludiendo la existencia de un plan para dividir a las Fuerzas Armadas y desatar las protestas en el país. Las afirmaciones de Maduro contrastaban con la total tranquilidad política y social.
Sin embargo, ni Maduro ni el segundo a bordo del régimen chavista, Diosdado Cabello, se refieren con demasiada frecuencia a María Corina Machado, del partido Vente Venezuela, opositora radical que, censurada, sin poder usar la aviación comercial y sin exposición en los medios se ha despegado en las preferencias electorales con una velocidad que ha sorprendido a todo el mundo y que tiene preocupados tanto a los opositores moderados como a los propios chavistas. Hoy Machado duplica con holgura a Capriles, su seguidor más cercano en las consultas de opinión, y también al propio Maduro.
Machado acaba de ser inhabilitada por la Contraloría General de la República para impedirle competir. Capriles lleva varios años sobrellevando un veto similar. Desde hace tres, Capriles se ha acercado al Palacio de Miraflores con el objeto de entablar algún tipo de diálogo político que le abriera posibilidades a citas electorales fiables, procurando con ello abrirle caminos a sus propias opciones. Maduro entonces perseguía quitarle fuelle al denominado Gobierno Interino, de Juan Guaidó, y le había ofrecido a Capriles la posibilidad de regresarle la habilitación política, cosa que jamás se concretó.
Una vez que el diputado opositor disidente José Brito leyera ante las cámaras la inhabilitación política de María Corina Machado –veto que, por disposiciones constitucionales, sólo es posible efectuar bajo sentencia firme de un tribunal- Capriles emitió unas declaraciones solidarizándose con Machado, en las cuales reconoce incluso que esta puntea en todas las encuestas. El giro parece haber molestado a Miraflores.
En esta intervención, que fue muy polémica, Capriles propuso no celebrar el debate de los candidatos, para no acentuar las diferencias internas. Dijo que era urgente que estos se reunieran para evaluar las amenazas tácitas y expresas del Gobierno chavista a la consulta opositora, y afirmó que Alejandro Ratti –político desconocido que ha impugnado las primarias opositoras ante los tribunales- “es una rata”.
Maduro dinamita la tregua verbal con algunos opositores, procurando quizás reforzar la voz de los dirigentes más moderados, como Capriles, frente un fenómeno como el de Machado, aun no metabolizado en lo político por el alto mando chavista. En los últimos días, luego de las declaraciones de Ratti pidiendo un pronunciamiento a los tribunales, aumentan los rumores en torno a alguna medida legal que deje sin efecto toda la elección primaria de las facciones opositoras, una consulta que sobre la cual parece haber interés entre los ciudadanos que se quedaron en el país, pero que ha sido recibida con indiferencia por la diáspora.
Existe aprensión ante las posibles consecuencias de una medida como la suspensión de las elecciones primarias con un gobierno que parece saber que ya no tiene gasolina en el terreno electoral. Machado, quien en repetidas ocasiones ha manifestado que el problema en Venezuela es extra electoral, ha declarado que su candidatura “es hasta el final” y ha reiterado que no acepta la medida de esta oficina pública. La dirigente sigue haciendo recorridos multitudinarios por el país, confiando en el efecto que tendrá la consulta primaria en el desarrollo de los hechos y en el crecimiento de sus opciones.