Máxima expectación en Portugal. El embalse de Barragem do Arade, a 45 minutos de Praia da Luz, ha despertado el interés de curiosos y medios de comunicación de todo el mundo. La Policía Judiciaria portuguesa ha iniciado el operativo más importante desde hace nueve años en el caso Madeleine McCann, desaparecida el 3 de mayo de 2007 mientras dormía en un complejo de apartamentos. El lugar es un continuo trasiego de personas. Los investigadores cortaron carreteras y acordonaron la extensa zona durante la jornada de ayer y está previsto que hoy comiencen a realizar pequeñas excavaciones en el bosque. También se buscará en el agua, pero el principal foco de atención está en tierra. En la zona se han instalado dos carpas blancas y los medios de comunicación y los curiosos deberán situarse a más de kilómetro y medio de la zona.
Por larazon.es
Una serie de imágenes y vídeos sitúan en la zona al principal sospechoso, el alemán de 45 años Christian Brueckner, y los investigadores van a investigar en qué zonas estuvo acampado y utilizarán drones con tecnología termográfica para localizar lugares en los que haya habido movimientos de tierra, escombros o señales que puedan ser compatibles con la existencia de un cuerpo.
Según publica el diario “The Sun”, fuentes policiales explicaron que “Los agentes de la Policía Judicial se van a dividir en cuatro equipos para realizar labores de rastreo en tierra. Será un trabajo meticuloso y exhaustivo. Olvídese de camiones y maquinaria grande. Gran parte del trabajo que se va a hacer aquí se hará a mano con tecnología de respaldo”. Ha pasado mucho tiempo y hay que ser cuidadoso para no destruir pruebas en el caso que que dieran con algo relevante.
Según la misma fuente, de momento no se va a recurrir a los perros rastreadores pero no confirmó las noticias de los diarios locales que apuntaban a la posibilidad del uso de barcos equipados con un sonar de barrido lateral para peinar algunas zonas del embalse.
Esta nueva búsqueda ha sido impulsada por las autoridades alemanas, que enviaron una carta de solicitud internacional a la oficina del Fiscal General de Portugal y que fue trasladada a los fiscales en Portimao que, a su vez, ordenó a la Policía Judicial portuguesa que iniciara los trabajos. Solo se puede acceder al lugar por un camino de tierra y ya fue rastreado sin éxito un año después de la desaparición de Madeleine. Otro dato importante relacionado con la zona es la declaración de un testigo que informó que un día después de la desaparición vio como una mujer le entregaba una niña muy parecida a Madeleine a un hombre “misterioso”.
La fiscalía alemana, encabezada por Hans Christian Wolters, lleva trabajando durante años en el caso y ha considerado relevante esta zona para buscar a la pequeña Madeleine. Wolters ya dijo en el año 2020 que Brueckner era el principal sospechoso de secuestro y asesinato de Madeleine. El fiscal está convencido que se llevó a la niña mientras dormía, la trasladó a un lugar que conocía y que allí acabó con su vida y se deshizo de ella. El embalse de Barragem es un lugar que cumple todas las condiciones para ocultarse y hacer desaparecer un cuerpo.
“Guarida secreta”
La clave de esta nueva investigación está en una serie de imágenes y vídeos encontrados por la policía en 2016 en la guarida secreta de Brueckner, tal y La guarida secreta de Brueckner que podría esconder la clave del “caso Madeleine”. Situada en una fábrica en ruinas en el pueblo alemán de Neuwegersleben, a más de 100 kilómetros al sureste de Hannover. Los investigadores registraron el edificio en busca de Inga Gehricke, una niña de cinco años que desapareció durante una excursión familiar en Sajonia-Anhalt en mayo de 2015 y que llegó a conocerse como la “Maddie alemana”.
Durante el registro, encontraron un perro enterrado y debajo del cuerpo del animal había más de 8.000 imágenes con material pedófilo, vídeos en memorias USB y discos duros llenos de imágenes de abuso infantil. Pero también había imágenes de Brueckner en el embalse de Barragem, lugar que el principal sospechoso de caso llamaba “mi pequeño paraíso”.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que había evidencias de que Bruecker había aparcado su autocaravana cerca de la zona de ocio, en un claro del bosque y que allí solía pasar algunas temporadas. Un vecino de la zona, que conoce muy bien el lugar, le dijo a “The Sun” que el lugar “está bastante bien escondido por los árboles y no te das cuenta de que está allí casi hasta que llegas. La gente acampa en esa zona durante la noche de vez en cuando, por lo que habrá restos de hogueras dentro montones de piedras”. Asimismo, añadió, “tiene viejas tumbonas y bancos improvisados ??que los visitantes usan para descansar. Es un lugar muy apartado y pacífico, pero al mismo tiempo tiene un aire un poco espeluznante”.
Búsqueda meticulosa y exhaustiva
Las autoridades portuguesas recibieron hace unos meses la petición de la fiscalía alemana, pero la operación no se ha podido cristalizar hasta esta semana. Carlos Farinha, subdirector de la Policía Judicial, viajó ayer desde Lisboa para ver los trabajos preparatorios para y reunirse con sus los investigadores alemanes que, en principio, sólo están en Portugal para observar si existe algún avance. La reunión bilateral se produjo sobre las 18:30 horas de ayer y se prolongó durante dos horas. Scotland Yard también ha enviado un equipo de “observadores”, que mantendrán informados a Kate y Gerry McCann de cualquier novedad relevante que se produzca.
El jefe de la Policía Judicial del Algarve, Fernando Jordao, y Helena Monteiro, encargada de la división de “Casos sin resolver” de la policía de Oporto, también formarán parte del operativo que, en principio, estará trabajando durante dos días. El 80 por ciento de los trabajos se realizarán en el bosque y el resto bajo el agua.
El embalse fue examinado dos veces en febrero y marzo de 2008 por buzos contratados por el abogado portugués Marcos Aragao Correia, que financió la operación porque, según dijo, había recibido una pista del “inframundo”. Aragao Correia indicó que le habían informado de que madeleine había sido asesinada y arrojada al embalse 48 horas después de su desaparición. Durante la búsqueda encontraron dos bolsas de plástico que contenían huesos pequeños de animal, varios trozos de cuerda, cinta aislante y un calcetín de algodón blanco. La Policía portuguesa fue informada de los hallazgos pero descartaron montar un operativo después de comprobar que los huesos no eran humanos.
Depredador sexual
Christian Brueckner está cumpliendo una condena de prisión por la violación de una turista norteamericana de 72 años en Praia da luz. Además, se le ha relacionado con otros delitos sexuales sexual entre 2000 y 2017. Este depredador sexual cometió su primer delito con un menor a los 17 años y, tras cumplir condena, se trasladó al sur de Portugal, donde ha sobrevivido durante muchos años a base de trapicheos. Sus viajes a Alemania fueron continuos y se le ha llegado a relacionar, aunque finalmente no se ha podido demostrar, con otros casos de desapariciones de menores y violaciones.
A pesar de su largo historial y de que la policía ha encontrado imágenes y vídeos sexuales caseros, con menores de muy corta edad, Brueckner ha mantenido siempre que no tuvo nada que ver con la desaparición de la menor británica. De hecho, acusó a las autoridades alemanas de haberle señalado como principal sospechoso sin aportar pruebas. El fiscal Han Christian Wolters dijo en 2020 que tenía el caso resuelto al 90 por ciento y que le quedaban pocas piezas para completar el puzle, pero lo cierto es que tres años después sigue sin llevarlo ante un tribunal por el crimen de Maddie.
Ha reunido decenas de testimonios de testigos, amigos y conocidos, pero no tienen ninguna prueba física. Es conocido por todos su afición por las niñas pequeñas, preferiblemente rubias, sus sueño de poder secuestrar a alguna y poder abusar de ella, las confesiones de que estuvo cerca del lugar de los apartamentos el día de la desaparición, el habitáculo “para esconder a un niño” que había preparado en su autocaravana, la confesión a su expareja de que el día antes de la desaparición le dijo que “tenía que hacer algo importante” y que estaría “lejos durante un tiempo”, el posicionamiento de su teléfono móvil, su conocimiento del complejo en el que se alojaron los McCann, donde estuvo trabajando durante unos meses…. Pero ninguna evidencia. Lo más cercano fueron unas fibras encontradas en su furgoneta que se llegó a especular que pertenecían al pijama rosa de Maddie. Wolters sigue buscando la prueba definitiva y mientras tanto pide paciencia. Pero el tiempo pasa y corre en su contra porque Brueckner podría acceder a la libertad condicional en dos años si no salen adelante los juicios por abusos que tiene pendientes.
Además, Wolters tiene que hacer frente al revés judicial del tribunal regional de Brunswick, que recientemente se desinhibió y se negó a acusar a Brueckner porque no se considera competente debido a que su última dirección conocida era en otro estado, en Sajonia-Anhalt. Tras esta decisión, los abogados del principal sospechoso han denunciado su “inhumana” situación en prisión, donde lleva 15 meses en aislamiento, sin ver a ningún preso y con la única posibilidad de poder dar un pequeño paseo por el patio durante una hora cada día. Según sus abogados, sólo se le permite hablar con los trabajadores sociales de la prisión dos veces al mes durante 20 minutos.