El príncipe Harry presentó una acción en justicia para poder beneficiarse de una protección policial, que pagaría personalmente, cuando viaja con su familia al Reino Unido, indicó un representante legal.
Harry, duque de Sussex, y su esposa Meghan perdieron su protección policial en el Reino Unido tras decidir distanciarse de la familia real en 2020. La pareja vive actualmente en California con sus hijos Archie y Lilibet.
El príncipe quiere volver con sus hijos a su país natal, pero «no pueden regresar» porque es demasiado peligroso, declaró un representante legal de Harry, citando amenazas «extremistas y neonazis».
En el verano de 2021 «su seguridad estuvo en juego debido a la ausencia de protección de la policía cuando se fue de un acto caritativo», prosiguió.
El 30 de junio, tras un encuentro con niños enfermos, su coche fue perseguido por paparazzi en Londres.
Esta demanda, lanzada en septiembre para reexaminar una decisión del ministerio del Interior, podría poner en aprietos de nuevo a la familia real, que ya tuvo que lidiar con el escándalo provocado por el príncipe Andrés, que se quedó sin sus honores reales ante la amenaza de un juicio civil en Estados Unidos por agresión sexual a una menor.
El representante de Harry insiste en que «el Reino Unido siempre será la patria del príncipe Harry y un país en el que quiere que su mujer y sus hijos estén seguros», según un comunicado a la agencia británica PA.
Lilibet, de siete meses, todavía no conoce a su bisabuela Isabel II ni a su abuelo, el príncipe Carlos.
La última visita del príncipe Harry a su país natal fue el pasado verano, para la inauguración de una estatua en recuerdo a su madre Diana, fallecida en París en 1997 en un accidente de coche tras huir de los paparazzi.
Un portavoz del gobierno declaró que el sistema de protección de personalidades era «riguroso y proporcionado» y no quiso dar detalles sobre este caso.