El príncipe Enrique comparecerá el martes ante el tribunal londinense que juzga a un diario sensacionalista contra el que debe testificar, convirtiéndose en el primer miembro de la familia real británica que declare ante la justicia en más de un siglo.
Los medios británicos preveían que el hijo menor de Carlos III, de 38 años, se personase el lunes en el juicio contra Mirror Group Newspapers (MGN), editor del diario Mirror y la revista Sunday People entre otras publicaciones. Periodistas y fotógrafos lo esperaban desde primera hora de la mañana a las puertas de la Alta Corte de Londres.
Pero su abogado, David Sherborne, informó que no subirá al estrado hasta el martes, explicando que estuvo celebrando el segundo cumpleaños de su hija en California y no llegó al Reino Unido hasta el domingo por la noche.
El duque de Sussex no había vuelto a su país desde la ceremonia de coronación de su padre el 6 de mayo, a la que asistió sin su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, y tras la cual regresó inmediatamente a Estados Unidos donde la pareja reside desde 2020.
Enrique y otras celebridades acusan a MGN de haber recopilado información sobre ellos de forma ilegal, incluida piratería telefónica.
Cuando el príncipe testifique el martes, será la primera declaración de un miembro de la realeza británica desde Eduardo VII, que lo hizo en un juicio por difamación en 1890, antes de convertirse en monarca.
Enrique, que sacudió a la monarquía británica cuando junto a Meghan anunció hace más de tres años que abandonaban la institución, tiene otras demandas abiertas contra la prensa de su país.
La pareja alegó la insoportable presión de los medios, y ataques racistas contra la actriz mestiza, entre sus motivos para dejar el Reino Unido.
Tensas relaciones con la prensa
Enrique ya compareció por sorpresa en un tribunal londinense en marzo, en otra demanda por violación de la privacidad presentada por varios famosos -incluido el cantante Elton John- contra el grupo Associated Newspapers Ltd, editor del diario Daily Mail.
Pero en ese juicio no declaró, sino que presentó su testimonio por escrito.
El príncipe, quinto en la línea de sucesión al trono, y su esposa mantienen muy tensas relaciones con los medios.
Hace unas semanas afirmaron haber protagonizado una persecución de coches “casi catastrófica” por parte de paparazzi en las calles de Nueva York.
Las autoridades locales le restaron importancia, pero el incidente recordó el accidente de tráfico de 1997 en París en que murió la madre de Enrique, la princesa Diana, cuando era perseguida por los fotógrafos.
En su serie documental “Harry & Meghan” y su explosivo libro de memorias “En la sombra”, el príncipe ha acusado a otros miembros de la monarquía británica de connivencia con la prensa.
Y en documentos judiciales presentados ante los tribunales en abril, afirmó que la familia real había llegado a un “acuerdo secreto” con un editor para evitar que alguno de sus miembros tuviera que subir al estrado.
Esto le impidió, afirmó, presentar una demanda mientras formaba parte de la realeza.
“Indicios” de comportamiento ilícito
Enrique y otros famosos, incluidos dos actores de televisión y a la exmujer de un cómico, acusan a algunas publicaciones del grupo MGN de recopilar información sobre ellos recurriendo a métodos ilegales.
En el inicio del juicio el 10 de mayo, MGN reconoció “algunos indicios” de recopilación ilícita de información, pidió disculpas y aseguró que “esa conducta no se repetirá jamás”.
Pero su abogado Andrew Green negó que se hubiesen pirateado mensajes de los buzones de voz y argumentó que algunas demandas se presentaron demasiado tarde, décadas después de los presuntos hechos.
Sherborne denunció por su parte actividades ilegales “a escala industrial” por parte de MGN con la aprobación de altos ejecutivos.
Un biógrafo del príncipe, Omid Scobie, coautor de un libro sobre Enrique y Meghan publicado en 2020, testificó que mientras hacía prácticas en Sunday People le enseñaron a piratear mensajes de voz.
Aseguró asimismo que mientras trabajaba en el Mirror escuchó al entonces editor Piers Morgan decir que una información sobre la cantante Kylie Minogue había salido de un buzón de voz.
Morgan, director del diario sensacionalista entre 1995 y 2004, negó cualquier implicación en pirateo telefónico.
AFP