Los apagones, que comenzaron en el 2009, se han convertido en una constante que afecta a diversas personas, especialmente a quienes tienen enfermedades crónicas.
Ese es el caso de María Ortega, una mujer que tiene un problema en los pulmones desde hace varios años. Su hijo, Sergio, cuenta que cada vez que se va la luz, María se ve afectada por las altas temperaturas y el ahogo que ocasiona el no tener aire acondicionado ni ventiladores.
Tenemos que hacer el sacrificio de pasar un día entero sin comer para poder comprar los medicamentos
Además, el alto costo de los medicamentos también tiene repercusiones en la familia de la mujer.
Otro caso es el de Angie Hoyos, una joven madre que perdió a su hijo por falta de insumos médicos. De acuerdo con la mujer, al llegar al primer centro de salud, le dijeron que no tenían incubadoras y que debía buscar otro lugar.
En el segundo hospital fue lo mismo. Aun así, tuvo allí su pequeño, quien 24 horas después falleció al no poder ser atendido correctamente debido a que no tenían insumos.
«No había incubadoras sueltas (…) Si no había, me hubiesen dicho… Pero no dijeron nada», explicó, relatando que ese fue el problema en el segundo centro médico.