El robot conversacional ChatGPT ha sido objeto de al menos dos demandas en Francia, presentadas por asociaciones que denuncian presuntos abusos sobre el uso de datos personales, informaron el miércoles a AFP los demandantes.
ChatGPT es un robot que trabaja con inteligencia artificial, y que es capaz de mantener conversaciones complejas con su interlocutor.
El gobierno italiano decidió el viernes prohibir el servicio, acusado de no respetar la legislación sobre datos personales y de carecer de un sistema de verificación de la edad de los usuarios menores.
Francia, Irlanda y Alemania han entablado conversaciones con Italia para intentar establecer una posición común al respecto.
Una de las denuncias en Francia fue presentada por una abogada, Zoé Villain, presidenta de Janus International, una asociación que hace campaña para alertar sobre el desafío de la ciberseguridad.
«No somos antitecnología, pero queremos una tecnología ética», declaró.
Villain explicó que tras inscribirse en el servicio, creado por la empresa californiana OpenAI, constató rápidamente que no había «condiciones generales de utilización» ni «una política de confidencialidad».
Tras intentar infructuosamente aclarar la situación con OpenAI, presentó su demanda ante la agencia francesa que vigila el respeto de los datos personales.
Otra denuncia fue presentada por David Libeau, un creador de aplicaciones informáticas que también batalla por el respeto de la privacidad.
Al pedirle información sobre él mismo, «el algoritmo empezó a divagar y a atribuirme la creación de sitios web y de organizar manifestaciones en línea, lo que es totalmente falso», escribió Libeau en su denuncia.
La inteligencia artificial generativa, una tecnología utilizada por ChatGPT a partir de su búsqueda incesante de información en internet, puede inventar algunos hechos, como han reconocido sus propios creadores.