La líder opositora María Corina Machado asegura que la salida del candidato a España no cambia en nada la lucha. Analistas creen que es una prueba de fuego para el ambiente político.
Venezuela entró en nueva etapa de su crisis política con el exilio del opositor Edmundo González tras su salida del país rumbo hacia España. Aún no están claros los detalles de cómo se coordinó su asilo, en el ambiente persisten muchas dudas e interrogantes y, en especial, si fue una operación de la que tenía conocimiento María Corina Machado o si fue a sus espaldas.
La dirigencia opositora ha justificado la partida de González alegando que su vida estaba en riesgo y que desde Madrid podrá continuar trabajando por la democracia. Lo que sí está claro, al menos por el momento, es que Machado no se exiliará.
“Yo he decidido permanecer en Venezuela y acompañar la lucha desde aquí mientras él lo hace desde afuera”, dijo este lunes la líder opositora en declaración virtual a periodistas.
EL TIEMPO preguntó a Machado si tenía conocimiento de los planes de González de abandonar el país y cómo se ejecutaría la toma de posesión el 10 de enero, pero la opositora prefirió no contestar preguntas.
González sorprendió la mañana de este lunes con un comunicado que, para muchos analistas, además de escueto, se podría interpretar como desalentador e incluso como una especie de despedida de la causa democrática. A diferencia de otros textos, sólo firmó como Edmundo González Urrutia, sin el calificativo de presidente electo.
“Tal decisión la he tomado pensando en Venezuela y en que nuestro destino como país no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento. Lo he hecho pensando en mi familia y en todas las familias venezolanas. Lo he hecho para que cambien las cosas y construyamos una etapa nueva para Venezuela”, escribió González en el comunicado publicado en sus redes sociales.
También agradeció y “reivindicó” el trabajo de María Corina Machado quien lideró el proceso electoral”,
se lee en el texto.
Para el politólogo Pablo Andrés Quintero, sin duda el exilio de González representa un duro golpe para la propuesta opositora.
“Estando en el exilio, va a ser mucho más difícil materializar la propuesta de juramentación el 10 de enero (…). Quien gana en esto es el Gobierno, pues fortalece su posición interna, asumiendo el costo político de tener en el exilio a un excandidato presidencial”, dijo Quintero en declaraciones a la Voz de América.
Sin embargo, para el director de la firma consultora Datanálisis, Luis Vicente León, la decisión de González es personal y tiene que ver con muchas variables que incluyen la seguridad personal y familiar, “por lo que es un absurdo criticar a Edmundo González Urrutia, quien por cierto nunca pidió a nadie que se inmolara ni que luchara violentamente en su nombre”.
León también considera que el Gobierno de Maduro tomó una decisión inteligente entregando el plácet para su salida del país, pues mantener a González asilado en una embajada o preso en Venezuela “solo agravaría las maltrechas relaciones internacionales del país y haría más difícil el regreso a la búsqueda de una solución negociada a la crisis política y económica”, sostiene el analista.
En la declaración de este lunes, Machado tenía un semblante de molestia, pero para ella, que su aliado ahora esté en España “no cambia absolutamente nada, la urgencia se mantiene, la legitimidad se mantiene».
Machado también agregó que el proceso y los detalles de la salida de Edmundo de Venezuela “se van a conocer en su momento” porque “nadie hoy tiene los detalles precisos de la complejidad de la operación que hubo por detrás que trasciende actores locales (…) muchos aspectos del mismo proceso que le corresponde a Edmundo informar a los venezolanos, no me corresponde a mí”, insistió la opositora.
En medio de la declaración, Machado fue enfática y dijo que lo que le correspondía a ella era hablarle al país y que está en una nueva fase de lucha que, por supuesto, incrementaba el riesgo de persecución contra ella.
El politólogo Nicmer Evans aseguró a este diario que lo importante en este momento es mantener cohesionada la unidad y seguir trabajando desde Venezuela por el cambio político.
La preocupación por esta etapa del conflicto político venezolano también es evidente en la comunidad internacional. Las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos consideran que la medida de exilio forzado socava aún más cualquier posibilidad de diálogo en Venezuela.
Especialmente cuando la oposición demostró con más de 24.000 actas que ganaron la elección con 7’000.000 de votos sobre 3’000.000 de Nicolás Maduro.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, junto a sus homólogos de México y Brasil, Andrés Manuel López Obrador y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente, han intentado mediar en la crisis, pero sin ningún resultado.
González viene a engrosar la lista de exiliados y asilados venezolanos, que incluyen periodistas, políticos y defensores de derechos humanos. Juan Guaidó, Leopoldo López y Antonio Ledezma, Julio Borges, Dinorah Figuera, Richard Blanco, Juan Pablo García, David Smolansky, Carlos Vecchio, Miguel Henrique Otero, son algunos de los opositores que huyeron del país.