El volcán de Sicilia, el Etna, ha entrado en erupción esta mañana, con una inmensa columna de cenizas visible a kilómetros y que ha alcanzado una altura de 9 kilómetros de altura. Un peligro para la población cercana y que puede alterar al tráfico aéreo de la zona.
Se ha activado el Cráter Sureste que, con una larga serie de erupciones que se suceden desde finales del año pasado, se ha convertido en la nueva cumbre del Etna. La columna de humo es tan alta que se puede ver claramente desde Siracusa y Messina.
«Fuente de lava»
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, Observatorio Etneo, explica que «la actividad estromboliana en curso en el cráter sureste ha pasado gradualmente a una fuente de lava». También hay un desbordamiento de lava del cono del cráter sureste que se dirige hacia el suroeste. De los análisis del Ingv se desprende que: «La amplitud media del temblor volcánico y la actividad infrasónica muestran valores crecientes».
Tres semanas de pausa
Después de más de 3 semanas de pausa, el volcán Etna se reactivó con un episodio enérgico que demuestra cómo la secuencia que comenzó en diciembre de 2020 sigue en pleno desarrollo.
El volcán recibe continuamente volúmenes más o menos sustanciales de magma rico en gases que se transfieren de forma transitoria. Esto determina una variación en la frecuencia de aparición que antes era diaria o incluso con más de un episodio en 24 horas, mientras que desde hace unas semanas se ha reducido a alrededor de 2 – 3 semanas.
De momento, no hay peligro para la población. Sólo la caída de la ceniza podría causar problemas en las carreteras, infraestructuras, agricultura… Las autoridades han pedido a la población que limpien con cuidado la ceniza. La isla ya no tiene fondos económicos para limpiar la ceniza, ya que no es una excepción, sino que se ha convertido en un tema constante recurrente que afecta a la población cada mes.