La última vez que Eli Saúl Delgado vio con vida a su padre y madre, fue el día que ambos fueron ingresados al Hospital Victorino Santaella con un complicado cuadro respiratorio. Pocos días después, y con pocas horas de diferencia, fallecían ambos víctimas del Covid-19.
De los siete miembros de la familia que resultaron contagiados, cinco lograron superar la enfermedad. A más de un mes de despedir a sus padre, Delgado asegura que contando su historia puede ayudar a concientizar a los habitantes de la capital mirandina sobre el mortal virus.
Si algo lamenta, es haber desestimado los síntomas que presentó su papá, “fue una diarrea y pensamos que se trataba de un problema estomacal”, recuerda, agregando que si hubiesen atacado aquello como Covid desde un principio “él no se complica y no se contagiaba el resto del grupo familiar”.
De hecho todos presentaron síntomas diferentes, desde quebrando hasta un simple dolor de cabeza. “Los que se complicaron fueron mis padres y mi cuñado quienes llegaron a presentar problemas fuertes de respiración. Por eso no me canso de repetir que todos los síntomas que presentemos, tenemos que tratarlos como Covid”, sentencia.
Desde un principio, por temor al colapso de los hospitales, los Delgados decidieron tratarse en casa, “fue bastante difícil conseguir los recursos, porque hubo que alquilar el oxígeno, las bombonas se agotaban prácticamente a diario y las recargas eran costosas”.
Se vieron obligados a rentar igualmente otros equipos para poder rendir el oxígeno, “luego un aparato que ayuda a controlarlo que costó más de mil 100 dólares”, todo esto sin sumar el tratamiento, el enfermero diario y el pago del doctor que los monitoreó en casa, en total calcula que gastaron entre 3 mil y 4 mil dólares.
Su padre y madre empeoraron con las horas, llegaron a saturar 25, por lo que hubo que ingresarlos al Santaella, “El problema del hospital es que no hay suficiente personal, cuando mi papá estuvo ingresado habían 22 personas solamente en el piso 9 y nada más 6 enfermeros para atender todas esos pacientes”, recuerda.
Asegura que cuando se presenta el cuadro critico respiratorio “tiene que haber una persona monitoreando todos los equipos para subir y bajar la cantidad de oxígeno, eso fue lo que ocurrió con mi mamá y papá, uno falleció el 7 de febrero y el otro el 8”.
Actuar al primer síntoma
Delgado recomiendo al primer síntoma aislarse y consultar al médico para comenzar el tratamiento, “lo importante es aislarse para no contagiare al grupo familiar”. Pide igualmente evitar aglomeraciones y fiestas, “la gente quiere celebrar cumpleaños y yo les pregunto: qué es preferible, celebrar ahorita un cumpleaños y perder un ser querido o dejar pasar esta celebración y disfrutar de todos los seres queridos”.
Daniel Murolo – PDC