El embajador de Juan Guaidó ante el Grupo de Lima, Julio Borges, afirmó este martes que «en Venezuela el caos es Nicolás Maduro» y que a su «dictadura se le han dado demasiadas oportunidades» para llevar adelante «una transición democrática en su país».
«Que quede en claro, el caos se llama Nicolás Maduro, las sanciones se llaman Nicolás Maduro, Venezuela lo que quiere es democracia, prosperidad, que podamos volver más de cinco millones de venezolanos y esa es la lucha por la cual nosotros continuamos», señaló Borges en una presentación ante periodistas en Lima.
Borges dijo que asistió a la Conferencia sobre la Democracia en Venezuela, que se celebra en Lima con la asistencia de 57 países, para transmitir el agradecimiento de Guaidó, de la Asamblea Nacional «y el pueblo venezolano» por que esta reunión «ratifica el apoyo del mundo libre a lo que está sucediendo en Venezuela».
Señaló que su país afronta una tragedia «que no es ideológica sino que lo único que busca es la libertad, las elecciones, la democracia».
«La democracia no tiene ideología, la libertad no tiene ideología, los derechos humanos no tienen ideología» enfatizó antes de agregar que están «absolutamente seguros de que con el apoyo del mundo libre Venezuela logrará tener esa dignidad, esa democracia y ese progreso que merece».
El embajador de Guaidó dijo que «el hecho de que Maduro siga burlándose como lo ha hecho en otras ocasiones de esta oportunidad de poder lograr construir una solución, hace y trae como consecuencia algo muy claro: es que el derrotado va a ser Nicolás Maduro».
Borges enfatizó que Venezuela presenta hoy la crisis migratoria más grave de América Latina «y está muy cercana de ser la crisis migratoria más importante del mundo», con casi 5 millones de migrantes, que podrían llegar a 7 millones en los próximos meses.
«Seguir soportando a Maduro es la destrucción de todo el continente y es a la vez la destrucción de las relaciones que puedan tener a futuro China, Rusia o Turquía con toda América Latina», indicó en referencia a las potencias mundiales que aún reconoce al régimen del actual presidente venezolano.
Enfatizó que, en este escenario, Cuba es «un caso aparte» ya que es «el verdadero poder en Venezuela» y «por eso toda la presión que se haga sobre Cuba va a tener un efecto importantísimo, y la libertad de Venezuela va a significar también la libertad de Cuba y Nicaragua».
«Tenemos que la certeza que gracias al apoyo de todos lo vamos a lograr» dijo antes de señalar que el diálogo no se puede mantener de manera indefinida y que «tiene que haber una transición para elecciones», remarcó.
Para Borges, en medio de la crisis que afronta Venezuela, «en cualquiera de los escenarios el gran derrotado va a ser Nicolás Maduro» y acotó que «lo peor que puede pasar en Venezuela es que no pase nada».
La Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela congregó a países que reconocen o son próximos a Guaidó, así como instituciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el CAF y la Unión Europea.
China, Rusia, Cuba y Turquía no enviaron representantes.
Tampoco estuvieron presentes Uruguay ni México, pese a que en un primer momento se anunció su presencia.
En la conferencia de Lima, cuya organización le fue encargada a Perú en abril pasado en Santiago de Chile, tiene un activo protagonismo una delegación de alto nivel de Estados Unidos encabezada por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, y el secretario de Comercio, Wilbur Ross.
Para Perú, más que declaraciones, la cumbre debe concluir con un mensaje con un gran contenido político, en el que la comunidad internacional reafirme el apoyo a una salida pacífica a la crisis en Venezuela y también a «países de acogida» como Colombia, Perú y Ecuador, que han recibido a más de 2 millones de migrantes venezolanos con el consiguiente impacto social y humanitario. EFE