Luego de seis años de servicio, Romain Nadal, embajador de Francia en Venezuela, oficializó el fin de su gestión con un emotivo discurso.
En el acto conmemorativo del Día Nacional de Francia, celebrado el pasado 14 de julio, el diplomático aseguró con la voz entrecortada que le duele dejar el país, al cual considera “prácticamente como el suyo”.
«Venezuela me recibió como un miembro más de la familia. Saliendo de Venezuela está muriendo algo dentro de mí que me provoca cierta tristeza. Es como un luto», sostuvo.
Aseguró que su salida del país es como vivir un duelo y explicó que es una gran lección. «Los venezolanos viven el luto con gran esperanza. Los venezolanos me dieron una gran lección de vida, a pesar de las dificultades de la vida los venezolanos tienen ganas de vivir la vida con gran optimismo«, dijo.
Nadal se despidió de los venezolanos asegurando que Venezuela va a encontrar la capacidad de reconciliarse. «Yo apuesto sobre Venezuela, éste país va a encontrar una vía original, que será admirada y respetada, por su capacidad a reconciliarse«, mantuvo.