Mientras los dirigentes políticos siguen pensando en sus intereses, los más vulnerables continúan sufriendo por la crisis económica y social. En horas de la noche de este lunes se confirmó la muerte de Stephany Muñoz, una niña de siete años que esperaba por un trasplante de órgano.
La información fue confirmada por la Organizacón de Tranplante de Venezuela en su cuenta en Twitter, donde instaron a las autoridades a reactivar los programas de salud relacionados al tema.
«Nuestra querida Stephany ya no está con nosotros. Paz a su alma y mucha fuerza a sus familiares. Pedimos la reactivación de los trasplantes para que todos puedan tener esa segunda oportunidad de vida que se merecen», escribió la ONG en la red social.