Los 13 empleados de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela han abandonado el país y se encuentran ahora en Panamá para continuar con su labor, confirmó la portavoz Marta Hurtado a EFE. Esta decisión se tomó después de que el Gobierno venezolano ordenara la suspensión de las actividades de la oficina la semana pasada.
A pesar de la salida física de los empleados, la oficina dirigida por el alto comisionado Volker Türk podrá seguir monitoreando la situación de los derechos humanos en Venezuela a nivel global. El presidente Nicolás Maduro justificó la expulsión acusando a la oficina de ser un centro de espionaje e intriga interna.
La suspensión de las actividades se produjo luego de que el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, denunciara obstáculos por parte del Gobierno venezolano durante su visita al país. Aunque anteriormente existía un acuerdo para la cooperación en derechos humanos, la situación actual impide la presencia continua de funcionarios de la ONU en Venezuela.