Para los habitantes de la parroquia Tácata del Municipio Guaicaipuro, la falla en el suministro de agua sigue siendo uno de los principales problemas que enfrentan.
En la popular población mirandina sólo existe una pequeña bomba que distribuye el agua potable para toda la población, pero debido a su reducida capacidad tienen que racionar la distribución del líquido por sectores y hay lugares que llega cada 15 días o más.
El dirigente político Sergio Graffe, denunció este martes que incluso un tanque australiano de 600.000 litros que servía para redistribuir el agua desde el río hasta el pueblo está abandonado.
Denunció que las autoridades se llevaron la bomba para rebombear y nunca la regresaron, por lo que la estructura – que representaba una solución a la escasez – permanece sumida en el olvido.
«Estamos en completo abandono, la alcaldesa más nunca pasó por aquí y lo más increíble es que ella es de este pueblo», destacó Andrea Perdomo, vecina de la zona.
Redacción El Tequeño