Ya son casi 6 meses que las familias de la Urbanización de El Limón están sin recibir distribución de agua. Los vecinos ya no recuerdan cuando fue la última vez que tuvieron agua potable corrida por más de dos días. Bañarse con tobo, comprar cisternas, modificar sus casas han sido las maneras de sobrellevar esta calamidad.
Más de 400 familias viven en penurias, narran que las fallas del agua persisten a causa de la bomba hidroneumática que surte la zona, debido que esta se encuentra dañada y cuya reparación cuesta aproximadamente a 5 mil dólares.
“Lo primero que hago al despertar es ir al patio a revisar si está llegando el agua, para poner a llenar los tanques y los tobos de la ducha” comenta Luisa Rengel, vecina. “Cuando no sale volteo al cielo para ver si por casualidad se asoma una nube gris cargadita de lluvia, para poder bañarme, sino espero hasta la noche para lavarme con tobito”.
Los vecinos han tenido que adoptar nuevas rutinas, algunos la llamaran ecológicas, otros exagerados. Pero cuando sabes que puedes estar hasta 6 meses sin agua potable ser exagerados parece lo más razonable.
“Mientras lavo los platos aprovecha esa agua y no la boto, la rehusó para bajar las pocetas o limpio el orine de los perros. No puedo lavar mi carro ni la ropa, tengo que hacer peripecia o molestar a mi hermana para lavar la ropa pero no abuso todo el tiempo a ella le regulan el agua”, reseña Sandra Arciniega.
De acuerdo con declaraciones de los lugareños la primera vez que surgieron problemas en la distribución de agua potable para los Altos Mirandinos fue con el fenómeno “El Niño”. El embalse de La Mariposa, donde se recauda el agua para el suministro sufrió una temporada de sequía la cual disminuyó su capacidad a niveles críticos.
Pero ahí no queda todo, luego de pasar el fenómenos los problema siguieron debido que la bomba principal de La Mariposa presentó falla por falta de mantenimiento y no surtía con fuerza, trayendo como consecuencia que los vecinos pasaran más de un mes y medio sin agua.
William Domínguez, residente de El Limón desde hace 24 años, manifestó estar cansado de bañarse cada dos días, “desde hace dos años para acá aproximadamente hemos tenido problemas con la distribución del agua a lo largo del tiempo, recuerdo que los primeros cortes de agua eran una vez por semana, luego dos veces por semana y así se fue alargando hasta el día de hoy que hemos pasado hasta seis meses sin una gota, esto ha sido muy agotador”.
350 mil bolívares fue el último precio que pagó Sandra Arciniega, para la contratación de un camión cisterna cargado con 10 mil litros de agua potable. Este ya es el 3 camión que contrata en casi 2 años. Comenta que los precios suben semanalmente. Su vecina transfirió dos veces el precio que ella la semana pasada al mismo distribuidor.
Hay vecinos que se reúnen entre tres familias para pagar un solo camión y rezan para que el agua no empiece a llegar justo cuando cargaron a tope su tanque.
Michel Placeres