Desde el año pasado, el número de venezolanos que ingresaron al país aumentó. Refugiados y migrantes comenzaron a ocupar edificios públicos abandonados en Roraima, un fenómeno que ahora se ha expandido.
Con la capacidad de los albergues al máximo, es una alternativa a vivir en las calles en mitad de la temporada de lluvias. Se estima que casi 40.000 venezolanos viven en Boa Vista, Brasil, lo que corresponde a más del 10% de los habitantes de la ciudad.
En cooperación con el ejercito brasileño, dos asentamientos de venezolanos que dormían en las calles u ocupando edificios públicos o privados en Boa Vista fueron realizados el mes pasado. En la última rondo se identificaron un total de 3.259 venezolanos, incluyendo 1.335 hombres, 910 mujeres y 104 menores. En Pacaraima, un total de 521 personas incluyendo 336 hombres, 101 mujeres y 84 menores.
Se inició la entrega de 3 refugios dirigidos por las Fuerzas Armadas Brasileñas. El período de transición para la entrega del refugio Santa Teresa de los militares a los socios comenzó el 17 de junio. Los socios informaron que se encargaran de los refugios Latife Salomao y BV8 el 22 de julio, una vez que e proceso de contratación de personal esté completado.
Al menos tres mil preservativos fueron entregados a venezolanos en Boa Vista y Pacaraima
La comunidad humanitaria está trabajando con la Secretaría de Salud en Manaos para mejorar las servicios de salud en los refugios para indígenas venezolanos, quiénes son particularmente susceptible a brotes de enfermedades infecciosas.
Como parte de un diálogo en desarrollo para diseñar una estrategia de salud a la medida, una campaña de vacunación para la varicela y la tuberculosis fue realizado durante la primera semana de julio y Discusiones de Focus Group han sido realizados para informar el diseños de las futuras intervenciones.
En julio, socios en Roraima desarrollaron acciones para promover acceso a la salud sexual y reproductiva, servicios básicos y asistencia, los cuales son particularmente escasos en contextos de crisis humanitarias que aumenta la vulnerabilidad de las mujeres embarazadas.
Adolescentes, mujeres y personas LGBTI enfrenan otras amenazas y necesidades para que sus derechos sean protegidos, incluyendo la planificación reproductiva. Sin embargo, durante la crisis, los suministros SSR regularmente son escasos , colocando a mujeres embarazadas en riesgos y dejando a otras mujeres a tener embarazos no deseados y abortos inseguros.
Para atender la escasez de suministros SSH, una asociación fue establecida entre SEMINA, una compañía especializada en salud reproductiva, planificación familiar, en amamantar, aumentando la disponibilidad y entrega de condones para las mujeres venezolanas.
Más de 3.568 condones masculinos y femeninos , así como 1.200 lubricantes fueron distribuidos, facilitando el derecho de los refugiados y migrantes para acceder a los servicios y productos básicos de salud y promover prácticas sexuales seguras y prevenir Infecciones de Transmisión Sexual en Boa Vista y Pacaraima.