Entre deslumbrantes luces que parpadean, vehículos que lucen recién salidos del concesionario (o del puerto) y edificaciones modernas, la navidad se instala en Las Mercedes, una de las mecas de la burbuja de hiperconsumo que caracteriza por estos tiempos a la economía venezolana, especialmente en Caracas.
Al menos siete tiendas enfocadas en la venta de artículos navideños, la mayoría instaladas este mismo año, se extienden a lo ancho de apenas unas pocas cuadras en Las Mercedes: El Rincón de Santa, Feria Navideña, Harrows, Casa de Navidad, Joy Arte y Decoración, Navidad HP y Party King. Todas se avistan a la distancia, pues las luces navideñas que decoran los negocios resaltan a lo lejos. Algunas, incluso destacan por las extravagantes infraestructuras en las que están instaladas.
«Por Las Mercedes hay demasiadas tiendas de ese tipo, un montón de navidad apareció solo este año desde octubre. Para mí, es lavado de dinero», sospecha Oriana Ojeda, una caraqueña que trabaja en la urbanización Las Mercedes y que quedó «anonadada» por la cantidad de comercios de lujo que empezaron a surgir en el transcurso del último año. Pero no hay pruebas de que sea ese el impulso de los negocios.
Lo que sí está patente al recorrer Las Mercedes en temporada navideña es que se trata de un portal hacia una realidad que está al alcance de muy pocos, una postal que deja en evidencia las desigualdades de un país que intenta soportar su reactivación económica con un aluvión de consumo que, según expertos, es insostenible como fórmula de crecimiento.
Las tradicionales guirnaldas, follaje y bambalinas quedan en un segundo plano en estos establecimientos. Destacan los adornos más elaborados, menos humildes, con precios que fácilmente suman unas cuantas decenas de dólares.
Una figura de Santa Claus —San Nicolás, en criollo— de unos 60 centímetros de alto puede costar su longitud en dólares. Esos $60 representan unas cinco veces el salario mínimo integral de 171 bolívares, que equivale a Bs 11,58 al tipo de cambio establecido por el Banco Central de Venezuela (BCV) hasta este miércoles 14 de diciembre de 14,76 Bs/$.
De acuerdo con datos de la consultora Moore GSF, solo 7% de los venezolanos (1,89 millones de personas) forma parte de la clase media alta, con ingresos mensuales de entre $500 y $2.000; mientras que apenas 3% (810.000 ciudadanos) recibe ganancias mensuales superiores a los $2.000. Este 10% es el target de las tiendas en Las Mercedes.
Este 10% frente al otro 90% que queda al margen de esta burbuja de consumo presente en Las Mercedes otorga sentido a los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2022, que alertaron sobre el incremento de la desigualdad a pesar de registrar una reducción en los niveles de pobreza.
Atención casi personalizada
Un recorrido realizado por el equipo de TalCual en varias de estas tiendas permitió comprobar la realidad del comercio navideño en el área comercial más pudiente de Caracas, con particularidades propias de la zona.
Visitar cualquiera de estos locales brinda una experiencia diferente. El valet parking es primordial para quienes llegan en carros particulares, ascensores de vidrios o escaleras mecánicas y un vendedor por persona son algunas de las políticas que aplican para ofrecer el mejor servicio al cliente posible, quizás un diferencial que intente justificar los precios.
Un pino de 320 ramas ronda los $255, pero si el cliente lo quiere más poblado y con luces incluidas deberá pagar $552, es decir, 46,2% más. La variedad no es un problema. Incluso suele haber más árboles de navidad que personas, pues la afluencia en un día de semana es reducida. Los pasillos de los locales visitados eran merodeados por apenas dos o tres personas.
Las cestas para colocar los artículos de compra permanecen cerca de las escaleras o en las entradas de los locales y los que llevan alguna, no portan muchos artículos dentro de las mismas.
No todos los artículos son comercializados con cifras de dos dígitos. Las bambalinas, elemento decoración presente en todo arbolito de navidad, pueden encontrarse desde los $7 hasta $16 cada una. De vidrio, metal, con cintas o las clásicas de canutillos están dispuestas en columnas y a la vista de todos. Si el comprador prefiere llevar la típica caja de bambalinas (de seis a ocho) deberá pagar entre $12 a $15.