A las 10 de la mañana de este martes 17 de octubre un grupo de trabajadoras y trabajadores del sector público comenzó a concentrarse al pie del busto del Libertador Simón Bolívar en plaza Caracas; se preparaban para protestar contra el fraccionamiento de los aguinaldos.
A pocos metros, un toldo y un hombre que hablaba mediante un megáfono -instalación colocada por el Ministerio del Trabajo- hacía referencia a Alex Saab y al servicio que le prestó al gobierno, y decía a los asistentes que, en lugar de estar pendientes “de las redes de María Corina” necesitaban discutir sobre otros temas.
Cuando los sindicatos y gremios decidieron apartarse a una de las esquinas de la plaza para realizar su manifestación. Otro grupo se les unió: el de los trabajadores de la Universidad Simón Bolívar, igualmente molestos por el fraccionamiento de la bonificación de fin de año.
Los participantes en las dos protestas rechazaron que el gobierno se llame revolucionario, porque consideran que los trabajadores se encuentran en muy malas condiciones.
Islenis Pulido, dirigente de Fetrasined, rechazó “las aberraciones del gobierno contra los trabajadores” y condenó “los aguinaldos que nos están dando este año, devaluados”. Detalló que el año pasado recibieron 186 dólares y este año «nos están dando 43 dólares» debido a la devaluación del bolívar. «Eso no se puede aceptar de un gobierno que dice ser obrerista».
Naucela Gudiño, dirigente del Colegio de Enfermería del Distrito Capital, rechazó “el pago pírrico que se hizo de nuestros aguinaldos” y lamentó que el pago se haga en cuatro partes.
El gobierno tiene deudas con las universidades, subrayó Gabriel Mendoza, secretario general del sindicato de obreros de la USB. Indicó que no les han cancelado el fideicomiso, y que les deben varios conceptos, como caja de ahorros. «No nos van a sacar de la calle hasta que el gobierno no les dé respuesta a los trabajadores».
Rechazamos Aguinaldo fraccionado y miserable
La Coordinadora Metropolitana en Lucha y el Comité Nacional de Conflicto de Trabajadores en Lucha rechazamos el pago fraccionado del aguinaldo en cuatro partes para los trabajadores activos, jubilados, pensionados y sobrevivientes ya que viola las convenciones colectivas, pues éstas ordenan el pago completo y no por partes.
El aguinaldo es un pago extraordinario conquistado por los trabajadores para costear los gastos propios de la época navideña. Pero el monto recibido la pasada semana es el mismo del año pasado ya que el gobierno no ha aumentado los sueldos, salarios y pensiones desde hace más de 580 días.
Rechazamos este retroceso, pues es un pago rebajado, insignificante y sin poder adquisitivo al estar devaluado en un 200% con respecto al pagado en octubre del año pasado. Producto de la devaluación de la moneda y la inflación.
Este primer pago redujo el aguinaldo en unos 100 dólares en promedio respecto al de octubre del año pasado cuando se pagó unos 186 $ en promedio y ahora se pagó unos 43 $. Pues el dólar en aquel entonces estaba en 8,35 bs y en este momento está en unos 34, 90 bs.
El aguinaldo fraccionado y devaluado perjudica al trabajador activo y jubilado y beneficia al gobierno al quedarse con parte del mismo por efecto de la devaluación y la inflación.
Por otro lado, este pago no incluye las incidencias del bono vacacional y el propio aguinaldo ya que estos conceptos forman parte del salario y fueron excluidos y eliminados por el instructivo ONAPRE. Para la base de cálculo, siendo otro despojo más que se le hace a la clase obrera.
La Coordinadora Metropolitana de Trabajadores de Lucha y el Comité Nacional de Conflicto, exigimos al gobierno nacional pagar completo todos los meses restantes. De acuerdo a las convenciones colectivas de los trabajadores activos, jubilados y pensionados.
Exigimos el pago diferencial de las incidencias dejadas de pagar en la base de cálculo.
Asimismo, le hacemos la exigencia el pago completo de 4 meses de aguinaldo a todos los pensionados del Seguro Social y por misión Amor Mayor.
Exigimos un aumento general de sueldo, salarios y pensiones para recuperar el poder adquisitivo y la calidad de vida a la que tenemos derecho la clase trabajadora venezolana.