¿Es realmente posible que Estados Unidos levante sanciones a Venezuela?

Redaccion El Tequeno

Las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela volvieron a la agenda pública esta semana. La agencia Bloomberg publicó un texto en el que se asegura que la administración de Biden analiza el levantamiento de estas medidas si se garantizan “elecciones libres” en 2024 desde Miraflores. 

Según ese reporte, Estados Unidos estaría en conversaciones con una delegación del gobierno de Nicolás Maduro “para explorar un levantamiento de sanciones a cambio de que se permitan elecciones libres en 2024”.

En estas conversaciones participaría el presidente de la Asamblea Nacional de 2020, Jorge Rodríguez, quien además es el jefe de la delegación chavista en las negociaciones con la plataforma unitaria democrática en México. 

Esta no es la primera vez en lo que va de año que se asoma la posibilidad de un levantamiento parcial o total de las sanciones estadounidenses hacia Venezuela.

Sin embargo, ¿es esto realmente posible? ¿Qué tiene que ocurrir para que Estados Unidos tome esta decisión? Efecto Cocuyo consultó a tres analistas internacionales su visión y análisis respecto a este tema. 

Un levantamiento de sanciones es verosímil

Para la politóloga y analista, Carmen Beatriz Fernández, la información publicada por la agencia Bloomberg ha generado mucho interés y considera que es verosímil. Prueba de ello, dice Fernández, es la dilación que se tomaron para escoger a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE).

“Si le metes un poco de lupa a este nuevo CNE hay nombres que hacen que el oficialismo se sienta muy seguro. Pero de cara a lo que se puede exhibir es un 3-2 diáfano, donde están representados los partidos inobjetables para la comunidad internacional”, comentó Fernández.

“Esto ratifica que son las sanciones lo único que ha podido torcerle el brazo al gobierno a la hora de ceder en algunas posiciones”, agregó la analista. 

No obstante, sostuvo que el gobierno está dispuesto a dar concesiones “siempre y cuando esto no obstaculice mantenerse en el poder”. Fernández resaltó que, precisamente por esto, el gobierno venezolano muestra por un lado una exhibición de relativo equilibrio electoral, por otro lado están haciendo cosas que puedan imprimir temor en la población y en los liderazgos. 

Sanciones por un cambio político

El politólogo y analista internacional, Iván Álvarez, resalta que el valor de las sanciones es “presionar hacia un cambio de política”, de lo contrario no estarían cumpliendo su objetivo.

“Mantener las sanciones solo como una especie de castigo no lleva a una conclusión exitosa desde un punto de vista de políticas públicas. Por ello tiene sentido que, ante el evento electoral de 2024, Estados Unidos quiera las fichas que tiene para ver si se obtienen unas elecciones más legitimas”, aseguró.

Sin embargo, mostró su escepticismo sobre las conversaciones que lleva a cabo el gobierno venezolano.  “¿Vale la pena para el gobierno arriesgar su posición en el poder por un alivio de tipo económico? Es difícil saberlo”, expresó. 

Mientras tanto, el internacionalista Luis Peche destaca que será algo positivo levantar sanciones solamente si esto viene a cambio de garantías electorales.

“Eso demostraría que el uso de las sanciones busca un cambio en las conductas de las personas que son sancionadas”, resaltó Peche.

Agregó que “las sanciones son una herramienta de negociación y en ese caso ambas partes saldrían ganando: el chavismo dejaría de tener limitaciones para viajar y hacer negocios, y en contraparte el mundo libre y la oposición venezolana estaría recibiendo condiciones para poder competir en un proceso electoral que en los últimos años no ha sido justo”, aseguró el internacionalista. 

Pero, la pregunta sigue siendo si este intercambio es realmente posible. Para Luis Peche, todavía esto no está claro. “Hay un brazo duro en el Psuv que pareciera no mostrar esa supuesta disposición que hay para negociar y conceder acuerdos”, resaltó el analista venezolano. 

Desde cuándo hay sanciones de EEUU

Fue el 8 de marzo de 2015, bajo la administración de Barack Obama, que se dio la primera sanción de Estados Unidos a Venezuela.

En ese momento, el argumento del entonces gobierno de EE.UU. era eliminar la persecución política, la falta de libertad de prensa, la violación de derechos humanos y la detención arbitraria de dirigentes opositores.

Esta medida fue repudiada por el chavismo que inició una campaña llamada “Obama deroga el decreto ya”. Aunque el oficialismo trata de imponer una matriz de opinión sobre la antigüedad de las sanciones, no hay registro de las mismas antes de ese 8 de marzo de 2015. 

Luego, en 2017 vino, si se quiere, la etapa más dura de las sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela. Donald Trump era el presidente y en Venezuela se dio el ciclo de protestas más extenso de los últimos 40 años. En dicho paquete de sanciones también se incluyó a Pdvsa y se prohibían transacciones económicas con la empresa venezolana. 

Entre 2018 y 2019 se dieron cuatro órdenes ejecutivas en las que se aplicaron diversos tipos de sanciones.

No obstante, desde 2021, con la llegada de Joe Biden al poder, la administración estadounidense ha aliviado ciertas imposiciones y se ha mostrado proactiva a un diálogo que pueda tener incidencia en un levantamiento parcial o total de sanciones siempre y cuando se den garantías en los temas más álgidos como garantías electorales y derechos humanos. 

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