Atados de manos, así dicen ester los médicos del Hospital Victorino Santaella de Los Teques para atender el área de emergencias del principal nosocomio de los Altos Mirandinos.
La situación de escasez genera a diario inconvenientes entre la población que asiste, en media de la actual pandemia, en busca de ayuda al presentar una urgencia.
Es el caso de Eva González, quien denunció que el pasado 8 de julio acudió a la sala de emergencias pediátrica de con su hija, una infante de 2 años, angustiada por que la niña se había introducido en un orificio nasal un material vegetal.
«Sin nisiquiera palpar a la infante, de esa manera me dice que la acueste para ver si tiene algo y con linterna de su teléfono alumbró los orificios nasales de la niña. Advirtió que efectivamente tenía algo dentro pero no podía hacer nada», narró la madre.
Posteriormente, «junto a la otra doctora que hablaba por teléfono sin prestar atención ni interés a lo que ocurría, reiteró que no tenían equipos y que si quería la llevara al JM de Los Ríos».
González calificó de irresponsable la actuación de los medicos, «en plena cuarentena y en la noche. Sin medir consecuencia de lo dicho, solo agregaron que si quería le ponían algo para el dolor. Mi conclusión, como madre de una pequeña bebé, es que puede morir a un infante sin la asistencia médica y cuidados en el hospital Victorino Santaella».
Redaccion El Tequeño
