El saldo migratorio de España -la diferencia entre inmigraciones y emigraciones- en 2023 fue positivo en 642.296 personas, el segundo mayor dato más alto de los últimos diez años, por detrás de 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El saldo migratorio se compuso por un total de 1.250.991 personas procedentes del extranjero que establecieron su residencia en España (un 0,6 % menos que en 2022) y de 608.695 personas que abandonaron España con destino a algún país extranjero (un 14,4 % más).
Las ciudades que más población extranjera acogieron fueron de Madrid, Barcelona y Valencia (este de España).
Del total de migrantes que llegaron a España procedentes del extranjero, 1.098.028 tenían nacionalidad extranjera (un 87,8 %) y 152.963 eran españoles (un 12,2%). En cuanto a los migrantes que abandonaron España, 481.794 fueron de extranjeros (79,2 %) y 126.901 de españoles (20,8 %). De estos últimas, 81.805 habían nacido en España.
Las principales nacionalidades de los migrantes que llegaron a España fueron la colombiana (con 170.722 llegadas a España), la marroquí (123.468) y la venezolana (88.361).
Por su parte, las nacionalidades más numerosas de los extranjeros que abandonaron España fueron la rumana (con 55.411 salidas), la marroquí (52.650) y la colombiana (29.230).
De los 74.810 españoles que inmigraron a España, 11.571 habían nacido en Cuba, 7.752 en Argentina y 7.253 en Ecuador.
Por su parte, de los 45.096 que emigraron de España, 6.249 habían nacido en Marruecos, 4.990 en Ecuador y 4.130 en Colombia.
EFE