El secretario de Organización y portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha insistido este lunes en pedir que se muestren las actas electorales en Venezuela para «que se respete la soberanía del pueblo venezolano», pero ha cargado contra la oposición venezolana liderada por Edmundo González y María Corina Machado por ser, a su juicio, «verdaderamente vomitiva» y tener una «actitud golpista».
Por Europa Press
«Es absolutamente execrable y verdaderamente vomitiva la actitud golpista de la oposición venezolana, una oposición abiertamente antidemocrática», ha asegurado Fernández durante una rueda de prensa en la sede nacional de la formación ‘morada’, en Madrid.
Aún así, Fernández ha insistido en la necesidad de que «se enseñen todas las actas y que, a partir de ahí, se respete la soberanía del pueblo venezolano», algo que ya pidió la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero, durante la semana pasada. «Lo que debería hacerse es entregar y enseñar las actas con total transparencia», ha recalcado el portavoz de Podemos.
Por otro lado, ha cargado contra el PP y Vox por «secundar en España» a la «oposición golpista de Venezuela» con discursos que, según ha dicho, son «abiertamente golpistas y violentos». «Me da vergüenza ajena ver cómo esa oposición golpista de Venezuela tiene su traslación en nuestro país a través del Partido Popular y de Vox», ha sentenciado.
PIDE QUE ESPAÑA ROMPA RELACIONES CON ISRAEL
En otro orden de cosas, el portavoz de la formación ‘morada’ ha reiterado la petición de Podemos de que el Gobierno rompa las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, al que ha tildado de «genocida», y ha recordado al Ejecutivo que «debería hacer mucho más» para que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, «deponga su actitud».
«Es una absoluta vergüenza que España siga comprando y vendiendo armas al Estado genocida de Israel y creemos que el Gobierno debería hacer mucho más para que el genocida Netanyahu deponga esa actitud verdaderamente execrable», ha apostillado tras denunciar «la pasividad de la comunidad internacional» ante el conflicto en Gaza.