El domingo 8 de diciembre María Gómez tenía la ilusión de reencontrarse con su pareja, el gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, de quien se había distanciado durante siete meses por motivos familiares. Venezolana de nacimiento, y acogida en Argentina hacía siete años, retornó a su país para auxiliar a su madre.
Los planes de María eran recibir a Nahuel en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, donde viviría el anhelado abrazo familiar con su pequeño hijo de dos años. Luego, con los boletos de avión ya comprados, retornarían a Argentina para finales de este mes de diciembre.
Así lo relató Gómez a D News en una reciente entrevista, donde aseguró que, tratándose de un turista que entraría a Venezuela con sus documentos en regla, vivirían el horror en lo que se convirtió su viaje: Nahuel fue detenido y acusado de ser un “espía” del Gobierno de Javier Milei.
Tras conocerse la noticia de su encarcelamiento, y ante el no existente pronunciamiento de las autoridades, María decidió defender a su pareja a través de los medios de comunicación.
“Si tú vienes como espía tú no vas a pasar por una frontera mostrándote, eso es lo que yo le he dicho a la policía, se lo he dicho a todo el mundo. Si tú vienes con alevosía a un país, no sé, a acabar con el Gobierno (por ejemplo), no lo vas a hacer por una frontera, lo vas a hacer escondido, haciendo cualquier tipo de cosas, pero Nahuel entró legal”, apuntó María.
La criolla teme que el joven funcionario, que se encontraba en permiso vacacional y condición de turista, hubiese sido retenido por funcionarios de la Dgcim tras encontrar mensajes de texto de su autoría en su celular.
Me dijo que se lo estaban llevando a una entrevista porque le encontraron unos mensajes boludos”, recordó María en el relato de la comunicación que tuvo con el argentino durante la mañana de aquel fatídico día de su aprehensión.
Explicó que, Gómez estuvo en Venezuela durante el período de elecciones presidenciales y, en conversaciones vía WhatsApp con Nahuel, la joven habría criticado al Gobierno nacional, dejando mensajes que podrían haber llamado la atención de funcionarios.
“En los tiempos de las elecciones yo le escribí a Nahuel (diciendo) mira, el país se está yendo a la mierd*, tenemos un gobierno horrible. Esos fueron los mensajes que le encontraron a Nahuel en su teléfono y me imagino que eso también lo perjudicó de alguna manera”, dijo entre lágrimas la criolla.
Trasladado a Caracas
Poco después de su detención, María se puso en contacto con la Cancillería Argentina, quienes en conjunto con la ministra de Seguridad del país suramericano, Patricia Bullrich, han manifestado que Nahuel podría haber sido trasladado a El Helicoide.
“La última información que tenemos es que Nahuel fue trasladado y está detenido en la ciudad de Caracas, violándose todos sus derechos, sin derecho a una llamada. No hay otra manera de llamarlo, sino secuestro”, apuntó María.
La criolla asegura que, a una semana de su detención, “hemos hecho lo imposible”, y contactó abogados en el estado Táchira para poder dar con el paradero de Gallo. “Después no enteramos que se lo llevó el organismo de inteligencia. A partir de ahí todo ha sido una búsqueda inalcanzable”, expresó.
María también se refirió a las acusaciones de que el gendarme llegaba a Venezuela después de culminar una presunta misión en Colombia. “Él trabaja en el paso entre Chile y Argentina, él no estaba en ninguna misión. Él viaja a Colombia es por el itinerario de vuelo que nosotros compramos, más que todo por un tema económico, porque no estábamos bien económicamente”, expuso.
Él tenía un itinerario para tomar un vuelo a las 11 am en el aeropuerto de san Antonio, yo lo iba a esperar en Caracas. A las 10:57 nunca tomó el vuelo, no le dio chance porque ya estaba retenido”, agregó Gómez.
La joven venezolana clama por la liberación del funcionario extranjero. “Nosotros teníamos pasajes de regreso para regresarnos con él y pasar las festividades juntos. Nunca nos imaginamos pasar por esta pesadilla. Lo que estoy viviendo no se lo deseo a nadie”, resaltó.
“Él es una persona muy trabajadora, una persona que venía para acá con mucha ilusión de conocer las playas que yo tanto le mostré (…) Por favor, que lo liberen, que lo deporten, que hagan lo que quieran, pero que lo suelten”, suplicó María.