Barricadas en las calles, edificios quemados, enfrentamientos con la policía y estaciones de Metro destruidas. Así se encuentra Santiago de Chile luego del quinto día de manifestaciones contra el alza del pasaje del transporte subterráneo, implementado por el gobierno de Sebastián Piñera esta semana y que dejó la tarifa adulta en 1,20 dólares en horario punta.
El presidente Sebastián Piñera decretó estado de emergencia, llamado régimen de excepción, Para las provincias de Santiago y Chacabuco, así como para las comunas de Puente Alto y San Bernardo en la Región Metropolitana. Eso implica que el gobierno se reserva el poder de restringir o suspender el ejercicio de algunos derechos ciudadanos en virtud de la defensa o seguridad nacional. Todo comenzó este lunes con movilizaciones impulsadas por estudiantes secundarios, pero con el pasar de los días se fueron sumando miles de trabajadores adultos, quienes acusan que el sueldo mínimo se mantiene en cerca de 420 dólares, lo que implicaría un gasto de casi 48 dólares al mes sólo en ir y volver del trabajo usando el Metro.
Desde el gobierno, en tanto, justifican el alza debido al precio del dólar y del petróleo, entre otros factores. “Una cosa es manifestarse y otra cosa es el vandalismo que hemos observado. El metro es vital para todos los habitantes de la Región Metropolitana. Este afán de todo esto no es protesta, es delincuencia. Todos tenemos derecho a expresarnos, pero no a destruir”, señaló Sebastián Piñera, asegurando que “las personas que agredieron a Carabineros y destruyeron, van a tener que enfrentar la justicia. No podemos tolerar que haya un grupo que cree que tiene el derecho de destruir la propiedad pública”.
Los graves daños causados durante esta tarde a las estaciones de Metro –que de momento se calculan en más de US$ 700.000, según el gobierno– obligaron a suspender el servicio de trenes en toda la capital, provocando un colapso vial y forzando a los santiaguinos a regresar a pie a sus hogares. Los autobuses y otros medios de transporte público no dieron abasto.
La situación empeoró a medida que avanzaba la tarde. El ministro del Interior, Andrés Chadwick, decidió invocar la Ley de Seguridad del Estado “para todos aquellos que resulten responsables de causar daño en los bienes del Metro de Santiago e impedir que este pueda desarrollar normalmente su funcionamiento”. Sin embargo, esto solo aumentó el descontento de la gente, que salió en masa a las calles a protestar con cacerolas.
De momento, Carabineros de Chile no ha entregado ningún balance oficial sobre detenidos o lesionados, mientras que el presidente Sebastián Piñera ha reunido con varios ministros y altos directivos de las policías chilenas en el Palacio de La Moneda, evaluando cómo proceder ante la crisis.
En las calles de la capital, hasta ahora, aún hay algunos enfrentamientos entre manifestantes y la policía; autobuses, edificios y estaciones de Metro incendiados, saqueos a supermercados y distintas tiendas.