La designación del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), con Elvis Amoroso a la cabeza, responde al “imperativo estratégico del oficialismo de desestimular la ruta electoral”. Es la tajante opinión del politólogo John Magdaleno.
Amoroso, hasta hace unos días Contralor de la República, fue el autor de las inhabilitaciones a la oposición en los últimos años.
“Este CNE, tal y como está configurado, pudiera anticipar mucho conflicto interno en la organización (de la oposición). Hay factores que representan las alas duras de la coalición dominante, empezando por Amoroso”, advierte el magíster en ciencias políticas.
Pero Magdaleno también destaca el rol de los nuevos rectores Aimé Nogal y Juan Carlos Delpino: “Por la experiencia que ambos tienen en materia electoral podrían aportar mucho para que la elección juegue un papel importante en la aproximación al inicio de una transición”.
El director de la Consultora Polity subraya que “en un régimen autoritario, como el venezolano, no podemos esperar que las instituciones públicas no intenten preservar la mayoría, porque lo contrario significaría una suerte de claudicación”.
.-¿Este CNE puede minar la negociación entre Miraflores y la Casa Blanca para el levantamiento de sanciones?
-La negociación que sí pudiera producir avances es esta porque el gobierno americano sí tiene poder para generar incentivos que son de interés para el gobierno venezolano. En tal sentido, el gobierno norteamericano puede llegar a ser un negociador más eficaz que la propia oposición.
La respuesta a esta pregunta no está examinando la composición de la directiva del CNE, sino analizando las decisiones que tomen en lo sucesivo. Si hay avances o no entre EEUU y Venezuela es algo que sabremos a la luz de las decisiones que tome esa directiva.
Aunque me temo que es un imperativo estratégico para el gobierno impedir que la ruta electoral produzca un cambio político. No solo basta la consideración de las reglas de juego y las decisiones del nuevo CNE, hay que ver qué estrategias despliegan los actores en conflicto.
A la oposición no le queda otro camino que mantenerse tercamente en la ruta electoral y procurar mejorar sus capacidades organizativas de cara a la elección presidencial, no tiene otra opción.
Si la participación de la oposición se acompañara, previamente, de la organización de un gran movimiento social de escala nacional que pueda articular a sectores de la sociedad civil esto pudiera tener un impacto mayor sobre el caudal electoral que se exprese el día de la presidencial, no es suficiente con una coalición de partidos para mantenerse en esa ruta (electoral), se requiere mucha organización ciudadana.
Una vez conformado un movimiento social de escala nacional, la dirección de este movimiento debe coordinarse con la dirección de la Plataforma Unitaria que debe ser más incluyente.
Transición negociada
.-¿Qué implica para la negociación en México?, ¿cuál es su valoración sobre este mecanismo?
-La negociación se produce en múltiples niveles y entre múltiples actores. En Venezuela deseamos que funcione alguna instancia de negociación, en este caso la de México; pero tal cosa no es factible en el corto plazo, el gobierno no tiene suficientes incentivos para restituir las garantías que la oposición solicita y la oposición no tiene poder ni capacidad para forzar esa negociación en este momento. El que puede forzar avances es el gobierno norteamericano, aunque tampoco tiene el poder para forzar el inicio de una transición.
La negociación es un instrumento que se utiliza para abonar el terreno en la dirección de una eventual liberalización política, si y solo si sobreviene una crisis sistémica mayor.
Es un instrumento que se utiliza antes de que el régimen autoritario esté sometido a una amenaza inminente. La negociación no puede funcionar hasta que no llegue la situación límite. Los principales decisores del régimen autoritario consideran las ofertas como resultado de un cambio en sus cálculos de costos y beneficios de permanencia o salida.
Por tanto, no esperemos de ningún plano de la negociación, ni la de México, ni la de EEUU y el gobierno venezolano, ningún resultado mágico hasta que no sobrevenga la situación límite que pudiera producirse por errores estratégicos.
.-¿Este nuevo CNE pudiera servir como una herramienta para la liberalización política, pese a su composición?
-No está en manos del CNE la posibilidad de abrir la compuerta de una liberalización, el asunto es más complejo e intricando. Más allá del CNE hay imperativos estratégicos que la coalición dominante debe satisfacer en el corto plazo, entre ellos dificultar el uso de la ruta electoral para la oposición generando desincentivos, obstáculos institucionales, eso es lo que está planteado en el corto plazo.
Pero también se puede abrir una oportunidad, sobre todo teniendo en mente una perspectiva comparada que demuestra que unos cuantos casos de transiciones de la democracia son resultado de errores de cálculo de principales decisores de los regímenes autoritarios.
El régimen se enfrenta a la posibilidad de que el nivel de irritación que hay en el país y la vuelta de la oposición a la ruta electoral puedan plantearle problemas. La gente puede pasar por encima a los obstáculos.
Un salario mínimo que no llega a 50 dólares, una inflación que no tiene frenos, que deteriora el poder adquisitivo del ingreso. La población está comunicando su irritación y contestando al gobierno, esto demuestra el aumento de las protestas. Más allá de la configuración de la actual directiva del CNE, el momento político le plantea desafíos a la oposición y al mismo gobierno.
Entre las dificultades del gobierno están la ineficacia reiterada; el mal desempeño del sistema en materia económica financiera; problemas asociados a la crisis de sucesión política, algo que parece estar resuelto a la fecha, pero no sin malestar. Extraoficialmente se tiene noticia de la preocupación que hay en el seno de la coalición con la reelección de (Nicolás) Maduro.
La elección en Barinas es un ejemplo, este es obviamente uno de menor escala que no supone los mismos riesgos que una presidencial. Pero el despliegue Estatal que hubo en este lugar fue de tal magnitud que cualquier escéptico opositor podría haber esperado que ocurriera una derrota y pasó lo contrario, la gente se motivó mucho más a votar.