El 21 % de la población en Venezuela (7 millones 25.427 venezolanos) viven en zonas en donde el acceso a la información local es “insuficiente”, revela un estudio del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS) divulgado esta semana.
Se trata de un incremento de 1.753.674 ciudadanos que ahora viven en localidades con “precariedad informativa”, al compararse con datos del mismo estudio elaborado por primera vez en 2020, cuando se registraron 5.271.753 personas en esa situación; actualmente son 133 las localidades donde “no hay acceso a la información local”.
El estudio “Atlas del silencio” de IPYS, organización que trabaja en la defensa, promoción y formación en libertad de expresión, aborda la situación del periodismo local en 365 unidades territoriales de Venezuela (335 municipios y 30 parroquias de La Guaira y Distrito Capital) que enfrenta una “hegemonía comunicacional caracterizada por la censura y la autocensura”.
La investigación encontró que la radio es el medio que produce información local diaria “con mayor presencia” en Venezuela en el 84,38 % de las zonas evaluadas, seguida de los medios digitales con 71,51 %; las televisoras 43,84 % y los periódicos impresos en 26,58 % de las localidades.
“En algunos estados fronterizos se extienden largos desiertos informativos. Ocurre en Amazonas, Apure, Delta Amacuro, Sucre, Táchira y Sucre (…) algunos de los municipios que son considerados desiertos informativos pueden tener un bajo nivel socioeconómico”, son otros de los hallazgos.
El estudio en el que participaron 603 medios de informativos, considera “desiertos de noticias” a los municipios o parroquias con pocos o ausencia de medios que informen a la población.
En el caso de las localidades pequeñas, (25.000 habitantes), son consideradas desiertos si solo hay hasta tres medios que cubren diariamente las informaciones locales. Si la localidad es grande (más de 100 mil habitantes), se considera desierto cuando hay hasta cinco medios cubriendo informaciones locales.
El objetivo del estudio fue “priorizar” la identificación de medios que cubren la información local y la frecuencia con la que divulgan los contenidos.
La consulta dirigida a trabajadores de medios de comunicación en los 23 estados del país y el Distrito Capital, se llevó a cabo entre octubre y diciembre de 2022, un momento “desafiante”, de acuerdo a Daniela Alvarado, coordinadora de libertades informativas de IPYS Venezuela, porque en ese entonces hubo cierres masivos de emisoras de radio, lo que incluso llevó a varios trabajadores de la prensa a abstenerse de participar en el estudio para “evitar comprometer” el funcionamiento de su medio de comunicación.
En ese sentido, Alvarado afirma que la situación evidencia que persiste un “amplio” sector de la sociedad excluido de los avances digitales y las transformaciones del periodismo, lo que refleja la “desigualdad” en cuanto al ejercicio de los derechos en el país y en la región.
Preferencia por redes sociales
Además, una encuesta de percepción ciudadana arrojó que el 25% de los consultados no conoce o considera que no existen medios que difundan la información de su comunidad.
También revela una “gran dependencia” de las redes sociales para obtener información local en el país. El 52 % de las más de 1.600 personas encuestadas señaló que prefiere informarse a través de redes sociales.
“Creo que es preocupante porque hay que entender que las redes sociales no son medios de comunicación. De hecho, cuando analizamos los porcentajes por red social, si identifican cuentas de medios en estas plataformas, la mayoría de los casos asegura que no conoce medios en estas plataformas”, añade Alvarado.
Entre 2003 y 2022, se documentó el cierre de al menos 285 emisoras de radio en todo el país. Solo en 2022 el Estado venezolano ordenó el cierre de al menos 81 emisoras, lo que convierte al año pasado en el periodo con más emisoras radiales cerradas en las últimas dos décadas, de acuerdo a Espacio Público, organización que también se dedica a la promoción y defensa de la libertad de expresión, el derecho a la información y la responsabilidad social en los medios de comunicación social.
Diosdado Cabello, diputado chavista y uno de los hombres clave del gobierno, aseguró en noviembre del año pasado que muchas de las emisoras fueron cerradas por sus dueños y subrayó que en Venezuela la libertad de expresión está garantizada.
“Así pasa con las emisoras, apagaron los transmisores y CONATEL está revisando cada una, inclusive se le ha actualizado los documentos a mucha gente (…) no, la libertad de expresión no es de los medios, es un error pensar que la libertad de expresión les pertenece a los dueños de radio, televisión y periódicos, la libertad de expresión es del ciudadano”, manifestó al ser consultado en una conferencia de prensa.
En marzo, durante su más reciente actualización oral sobre la situación en Venezuela en el 52 período de sesiones del Consejo de DDHH de la ONU, Volker Türk, Alto Comisionado de la Oficina para DDHH, expuso su preocupación ante las “restricciones” a los medios de comunicación, el bloqueo de páginas webs y el cierre de emisoras y programas de radio.