Una operación que movilizó a 14 países europeos permitió este jueves identificar seis plataformas virtuales vinculadas a la trata y a nueve presuntos traficantes que buscan refugiados ucranianos para su explotación sexual y laboral a través de páginas web y redes sociales en Europa.
Según explicó la agencia Europol, las autoridades europeas, coordinadas por Países Bajos, participaron en una operación para identificar a traficantes de personas «que buscan víctimas ucranianas en internet» y la jornada se centró en las redes criminales que reclutan refugiados para explotación sexual y laboral por páginas web y plataformas de redes sociales.
Según Europol, un «hackathon» tiene lugar cuando un grupo de expertos se reúnen, en este caso de forma virtual, y trabajan juntos enfocándose en encontrar formas de resolver o investigar un mismo problema definido en un tiempo limitado.
Los agentes encontraron una cantidad significativa de ofertas de trabajo sospechosas dirigidas a mujeres ucranianas, algunas de las cuales se describieron como «sesiones de fotos»; y se identificaron intentos de engañar a las víctimas mediante ofertas de un «futuro brillante», u ofertas de alojamiento dirigidas específicamente a refugiados ucranianos.
En total, los investigadores monitorearon 125 plataformas virtuales, revisaron 42 que eran sospechosas de tener vínculos con la trata y verificaron 351 nombres de usuarios. Además, identificaron a nueve presuntos traficantes de personas y a nueve posibles víctimas, lo que también llevó a la apertura de 15 nuevas investigaciones.
“Los investigadores vigilaron diferentes plataformas en internet para detectar redes criminales que intentaran reclutar refugiados ucranianos vulnerables”, señaló Europol, con sede en La Haya.
Las investigaciones se centraron en los puestos que ofrecen ayuda a los refugiados para el transporte, el alojamiento y el trabajo, pero también se monitorearon páginas web de citas y de reclutamiento, así como plataformas que ofrecen servicios sexuales.
Las autoridades identificaron anuncios sospechosos dirigidos a refugiados ucranianos, analizaron los consejos recibidos de los ciudadanos, y revisaron los indicadores de posible trata de seres humanos para la explotación sexual y laboral.
Además, de todas estas actividades se observaron nuevas tendencias, se detectaron actividades sospechosas en una multitud de plataformas (también en ruso) y se recopiló información sobre las amenazas que podrían afrontar los refugiados que huyen de la actual guerra en Ucrania.
El operativo involucró a Austria, Chipre, Dinamarca, Alemania, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovenia y España, además de Reino Unido.