Al expresidente de Bolivia, Evo Morales, lo excluyen de la dirección nacional del Movimiento al Socialismo (MAS) en un congreso celebrado en El Alto, impulsado por los seguidores del actual presidente Luis Arce. A Grover García, representante de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), lo eligen como nuevo líder del partido, marcando un cambio significativo en la estructura política del MAS.
García declaró que con su elección, se pone fin a la “dedocracia” y la discriminación dentro del partido, anunciando planes para convocar un congreso en los próximos 90 días con el objetivo de reformar los estatutos y “refundar” el MAS. Más de 6 mil militantes se congregaron en El Alto para participar en este proceso, que dejó fuera a Evo Morales de la dirección del partido que él fundó.
El MAS apoya a Luis Arce, no a Evo Morales
En medio de este cambio de liderazgo, García expresó su intención de trabajar estrechamente con las organizaciones sociales y apoyar la gestión de Luis Arce. En respuesta a las amenazas de bloqueos de carreteras por parte de seguidores de Morales, García afirmó que las movilizaciones en contra del pueblo y las familias no son apropiadas.
Por su parte, Evo Morales y sus seguidores han calificado el congreso como “ilegal”, argumentando que solo el exmandatario, como líder máximo del MAS, tenía la autoridad para convocarlo. Morales ha reafirmado su intención de postularse como candidato presidencial en las elecciones de 2025, desafiando un dictamen del Tribunal Constitucional Plurinacional boliviano que cuestiona la elección indefinida como un derecho humano.
Las tensiones entre Arce y Morales, que han estado en desacuerdo desde 2021, se han intensificado con este nuevo giro político en el MAS. Mientras tanto, el bloque del MAS afín a Morales ha convocado su propio congreso para julio, en un intento por mantener su influencia en la política boliviana.
Con información de EFE