En un acto conmemorativo en Nicaragua por el asesinato de Augusto César Sandino, Mónica Baltodano, una de las 316 personas a las que el régimen de Daniel Ortega despojó de su nacionalidad, denunció al gobierno llamándolo “dictatorial, represivo y misógino”. Baltodano, historiadora y ex comandante guerrillera, ha emprendido una gira por Europa para difundir su mensaje sobre la naturaleza reaccionaria del régimen de Ortega y su lucha contra lo que denomina “orteguismo”.
En su exilio en Costa Rica desde 2021, Baltodano critica la transformación del sandinismo en orteguismo, destacando la corrupción y enriquecimiento de la élite gobernante. Como ex diputada del FSLN, Baltodano reconoce errores pasados al no reconocer el carácter machista y misógino del liderazgo del partido, especialmente en el caso de Zoilamérica Ortega Murillo, hija de la vicepresidenta Rosario Murillo, quien denunció abusos sexuales por parte de su padrastro, Daniel Ortega.
Logros del sandinismo que Ortega destruyó
Baltodano destaca los logros del sandinismo en la lucha por los derechos de las mujeres, a pesar de sus deficiencias. En su gira por Europa, la ex comandante resalta la situación precaria de los “apátridas” despojados de su nacionalidad y sus bienes, llamando la atención sobre la necesidad de apoyo internacional para este grupo vulnerable. Además, menciona la expropiación de su casa y jubilación en Costa Rica, evidenciando las dificultades que enfrentan en el exilio.
Al comparar las expropiaciones durante la revolución sandinista con las actuales bajo el régimen de Ortega, Baltodano reconoce las diferencias de contexto y matiza las acciones tomadas en cada período. Mientras que las confiscaciones iniciales tenían como objetivo redistribuir la riqueza y favorecer a los desposeídos, las expropiaciones actuales reflejan un clima de descontento y represión en Nicaragua.
Baltodano destaca la resistencia y la lucha de las nuevas generaciones nicaragüenses por la democracia y la justicia, mostrando confianza en que podrán reconstruir Nicaragua de manera pacífica y cívica. Su testimonio como ex guerrillera y activista refleja una voz crítica y comprometida con la defensa de los ideales revolucionarios y la búsqueda de un futuro mejor para su país.
Con información de la DW