Muchas localidades en Venezuela fueron diseñadas sin pensar en las personas con movilidad reducida. A diario, estos ciudadanos deben lidiar con las dificultades para desplazarse por zonas que no tienen ramplas.
La Prensa Táchira | Maryerlin Villanueva
Sin un diseño apropiado que permita la libre movilidad de las personas con discapacidad quedó San Cristóbal, ciudad de la cordialidad que alberga a miles de ciudadanos que les queda cuesta arriba trasladarse de un lugar a otro debido a la falta de espacios para ellos.
El arquitecto, Carlos Delgado, explicó que el municipio parece una «jungla», pues quienes tienen movilidad reducida no pueden desplazarse de forma cómoda, al no contar con las rampas adecuadas para ello.
«La ciudad cuenta con una topografía irregular, donde existen muchas pendientes que para una persona que debe moverse en silla de ruedas se verá limitada si no cuenta con aceras y calles aptas para esto», expresó.
Pocos son los ajustes que se le han efectuado a la ciudad para dar una mejoría, aseguró el experto, quien además comentó que este tipo de mobiliario urbano se puede modificar, y en la alcaldía se cuenta con los proyectos para esto, a pesar de la gran inversión que requiere.
«Es necesario que las personas con discapacidad tengan mayor comodidad, pues es necesario ya que ellos al igual que el resto de la población tienen los mismos derechos», expresó.
Detalló que ascensores y pasarelas también son necesarios para las personas en sillas de ruedas. Semaforización La arquitecto, Andreína Rosales, indicó que aquellas personas con discapacidad visual necesitan que sean puestos en funcionamiento semáforos para invidentes, pues este tipo de sistema permite que el usuario solicite el poder pasar, ya sea con un transmisor o a través de un pulsador. Después el semáforo más próximo confirma la recepción y finalmente en el cambio al verde peatonal se activa una señal de sonido.
Expresó que poca atención es la que se le ha brindado a este tipo de producto, el cual se hace necesario para el tránsito de quienes tienen problemas para ver.
Lamentó la experta el poco funcionamiento que tienen dichos aparatos en la ciudad, en la que las autoridades municipales no se abocan a realizar planes que permitan su trabajo las 24 horas del día.
«Ojalá pudiésemos tener calles principales con un paso adecuado para quienes tienen discapacidad, esto a través de rampas, semáforos, señalización y otros proyectos que no son imposibles, pero que sí requieren mucha voluntad por parte de quienes tienen la responsabilidad del mantenimiento vial en la ciudad», acotó.
No tiene fin
El entrenador del equipo de baloncesto de personas con movilidad reducida, José Hernández, explicó que la falta de espacios para las personas con discapacidad parece ser un problema que no tiene fin, puesto que estos ciudadanos deben realizar «maromas» para llegar a sus destinos.
«El tránsito de ellos es muy difícil porque las calles tienen muchos huecos, las aceras están deterioradas, lo que representa un peligro porque puedan llegar a caerse y sufrir un daño grave», puntualizó.
El mal estado de las alcantarillas de la ciudad se suman a esta problemática que se registra en las calles.
Henry Godoy, representante de la Asociación Tachirense del Deporte sobre Sillas de Ruedas, explicó que las rampas que están en las esquinas de las aceras de la ciudad se encuentran deterioradas, afectando la libre movilidad de estas personas. «No tenemos acceso, pues algunas son muy altas y se hace difícil subir allí. Otro problema es que hacen rampas como para el paso de carretillas, las cuales son menos angostas que una silla de ruedas convencional o deportiva», dijo.
Lamentó que en instituciones públicas, privadas, farmacias, bancos no haya la adecuación para quienes tienen esta condición, y que necesitan acudir a dichas instancias para la compra de un insumo o realizar algún trámite.