l exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, cabecilla de la trama de corrupción bautizada como Catargate, saldrá en los próximos días de la cárcel en la que lleva desde el 9 de diciembre de 2022 con un brazalete electrónico y quedará en arresto domiciliario, dijo este jueves su abogado en una entrevista a la radiotelevisión pública belga, RTBF.
El letrado, Laurent Kennes, subrayó que llevar un brazalete electrónico será para Panzeri una privación de libertad “equivalente a la cárcel” salvo que encerrado 24 horas al día en su casa en Bélgica, donde vivirá con su mujer.
El político socialdemócrata, de 67 años y diputado europeo entre 2004 y 2019, fue detenido el pasado 9 de diciembre por las fuerzas del orden de Bélgica, que le decomisaron 600.000 euros en metálico, y es considerado el cabecilla de la supuesta trama de corrupción en el Parlamento Europeo relacionada con Catar, Marruecos y Mauritaria y por la que siguen en la cárcel los actuales eurodiputados Eva Kaili y Marc Tarabella.
El otro de los diputados involucrados, el también italiano Andrea Cozzolino, está bajo arresto domiciliario en Nápoles pendiente de una decisión judicial sobre su entrega a las autoriades belgas, mientras que el exasistente de Panzeri y pareja de Kaili, Francesco Giorgi, lleva con brazalete electrónico desde el 23 de febrero.
Panzeri acordó el pasado mes de enero colaborar en la investigación judicial belga como “arrepentido” a cambio de “una pena limitada” que incluye “la prisión, una multa y la confiscación de todos los bienes adquiridos, estimados actualmente en un millón de euros”.
En la entrevista a la RTBF, Kennes no atribuyó la concesión del arresto domiciliario directamente al acuerdo con la Fiscalía, pero aseguró que su cliente “está colaborando” y que las autoridades han aceptado “una modalidad alternativa a la prisión preventiva pura”.
El abogado explicó también más detalles de la naturaleza de su “amistad” con el actual embajador de Marruecos en Polonia, Abderrahim Atmoun, cuyo nombre aparece en el mandato de arresto enviado por Bélgica a Italia para solicitar la detención y entrega de la esposa e hija de Panzeri.
“Es una relación de amistad. El señor Atmoun invitó a mi cliente varias veces a Marruecos, y de hecho era Marruecos quien pagaba por esos viajes. Eran viajes de una semana a sitios lujosos. A mi cliente le molestaban estas invitaciones y, a cambio, invitó a él (Atmoun) y a su familia a Cuba, así que había una equivalencia”, relató el abogado.
“Después de eso, desafortunadamente, las cosas cambiaron y el Estado marroquí empezó a hacer peticiones a través del señor Atmoun”, añadió.
A juicio del letrado de Panzeri, los primeros actos de corrupción habrían tenido lugar en 2014, diez años después de que el italiano fuese elegido eurodiputado por primera vez, y desde 2014 a 2019 “hubo una evolución lenta” hacia “actos cada vez más cuestionables”.