La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) mostró su preocupación por el anuncio de EE. UU. de que desarrollará una nueva generación de armas atómicas, y advirtió que su potencial poder destructivo sería 22 veces mayor a la bomba que causó 140.000 muertos en Hiroshima (Japón) en 1945.
La nueva bomba B61-13, de la que adelantó detalles el Pentágono la semana pesada, “es una irresponsable escalada en la nueva carrera de armamento”, señaló en un comunicado la directora ejecutiva de ICAN, Melissa Parke.
“Anunciar estos planes en medio de conflictos en Europa y Oriente Medio en los que participan países con armas nucleares (Rusia e Israel) es un acto arrogante frente a los esfuerzos porque estas armas de destrucción masiva no se vuelvan a utilizar”, agregó.
En la nota oficial, la organización premiada con el Nobel de la Paz en 2017 detalló que la nueva bomba que desarrollará el Ejército de Estados Unidos -si obtiene el permiso necesario del Congreso- tendrá una potencia de 360 kilotones, frente a los 16 que tenía la que estalló sobre Hiroshima hace 78 años.
ICAN también recordó que otra arma nuclear que forma parte de los planes de modernización de la defensa estadounidenses, la B61-12, está ya siendo desplegada en bases de la OTAN en Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía.
“Exigimos a Washington que cancele estos programas de modernización, y que en lugar de ello honre sus compromisos con el Tratado de No Proliferación, iniciando conversaciones hacia el desarme nuclear”, añadió Parke.
El uso de ese tipo de armas, recordó la directora ejecutiva, “supondría matanzas indiscriminadas de civiles y destrucción de infraestructura civil crítica, hechos que constituirían crímenes de guerra”.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha propuesto ante el Congreso la producción en serie de la bomba B61-13, un nuevo tipo de arma nuclear, para equipar sus aviones bombarderos estratégicos. La ojiva tendrá una potencia de 360 kilotones. En comparación, las bombas lanzadas sobre Nagasaki y Hiroshima en 1945 tenían solo 16 y 25 kilotones. La posibilidad de que se apruebe el plan de fabricación de las B61-13 ha puesto en alerta a las principales organizaciones anti armas nucleares del mundo.