Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela figuran en la lista de los países menos democráticos de América Latina, y entre éstos el régimen de Caracas figura como el más dictatorial, según un ranking publicado el miércoles por el Economist Inteligence Unit firma de análisis de la revista británica The Economist.
El estudio, que evaluó las condiciones políticas de 167 países, colocó a los gobiernos de los cuatro países latinoamericanos dentro de la clasificación de regímenes autoritarios, con valores de autoritarismo que dejan mucho más atrás los renglones de”regímenes híbridos” y de “democracias con problemas”.
El informe, divulgado bajo el nombre Frontline Democracy and the Battle for Ukraine, también resalta el impacto nocivo que ejerce el narcotráfico y organizaciones armadas irregulares sobre los sistemas democráticos del planeta.
“Carteles de la droga poderosos en América Latina y el Caribe amenazan el control del estado sobre el territorio y son corrosivos para las instituciones nacionales, además de amenazar la seguridad de los ciudadanos”, resaltó el estudio. “Este problema ha exacerbado los también altos niveles de corrupción de muchos países”.
Además del narcotráfico, las democracias de la región se vieron afectadas por la polarización política y ataques de piratas cibernéticos, agregó el informe.
Del otro lado de la tabla, solo tres países latinoamericanos se ubicaron dentro del renglón de democracias completas. Estas fueron Uruguay, Costa Rica y Chile, que con puntuaciones de 8.91, 8.29 y 8.22 respectivamente, estuvieron entre los 24 países con valoraciones de entre 8.0 y los 10 puntos requeridos para clasificar en el tramo más alto de la lista.
Los regímenes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela estuvieron, por el contrario, dentro del tramo de los países con menores calificaciones, que van desde el 0.01 y los 4.0 puntos, que los colocan dentro de la región de regímenes autoritarios. Venezuela fue el país con los valores más bajos de toda la región, con una lectura de 2.23, seguido por Nicaragua (2.50), Cuba (2.65) y Haití (2.81).
Dentro de los distintos indicadores utilizados en la elaboración de la puntuación final, los cuatro países recibieron una valoración de 0.0 puntos en la sección de pluralismo y participación electoral, confirmando la percepción generalizada de que estos países son incapaces de sostener elecciones libres.
El informe también resalta que entre los cuatro países, Haití ha sido el que ha visto el mayor deterioro. “El caso más extremo de debilitamiento en la capacidad estatal de la región es Haití, que experimentó la caída más pronunciada de puntaje en la región durante el 2022 (y la tercera peor a nivel mundial), a medida que se acerca al colapso total del estado”, señala el informe.
“Los haitianos aún se recuperan de las secuelas del asesinato del presidente Jovenel Moise en julio del 2021, mientras que el primer ministro interino, Ariel Henry, no ha logrado restablecer el control del Estado sobre partes del país, cediendo terreno a bandas fuertemente armadas, muchas vinculadas al narcotráfico”, añadió el informe.
Pese a estos retrocesos, la salud en promedio de las democracias latinoamericanas más bien se mantuvo estable durante el 2022, subiendo ligeramente a un puntaje de 5.29 frente al 5.28 del año anterior. Ese resultado se debe principalmente al levantamiento en muchos países de las restricciones a las libertades aplicadas durante la pandemia, que ayudaron a contrarrestar la pronunciada caída en Haití y retrocesos sufridos en algunos países, incluyendo a México, El Salvador y Perú.
En el transcurso del año pasado, Haití perdió 16 escaños pasando en el ranking de países democráticos – en el que el más democrático (Noruega) ocupa el primer peldaño y el más dictatorial (Afganistán) ocupa el puesto 165 – cerrando en 2022 en la posición 135. De la misma manera, El Salvador perdió 14 escaños para ubicarse en el puesto 93, México perdió tres escaños para quedar en el puesto 89 y Perú perdió cuatro escaños para quedar en el puesto 75.
El informe también resalta que la democracia de Estados Unidos también registró problemas a lo largo del 2022, perdiendo terreno debido a la intensa polarización política, los bajos niveles de confianza que registran las instituciones políticas y la división dentro de la sociedad creada por la eliminación del derecho constitucional al aborto. Estos problemas llevaron el ranking del país a caer en cuatro escaños para ubicarse en el puesto 30. Su puntaje fue de 7.85 puntos, lo cual coloca al país por debajo de la categoría de Democracia plena, en la parte alta del renglón de democracia con problemas.